¿Por qué le llaman distancia social cuando es distancia física?
Si ya era difícil cumplir el distanciamiento físico de dos metros en las grandes superficies o supermercados a pesar de poner carteles y señalizar el suelo porque los pasillos entre lineales es menor a dos metros y en ellos los compradores se cruzan. Para conseguir más eficacia han faltado flechas de un solo sentido como en la que se utilizan para los vehículos.
Pero en el pequeño comercio de alimentación, algunos con menos de 10 metros cuadrados de superficie para el cliente o en el propio mercado con más de tres clientes frente al puesto esperando a ser atendido, es muy complicado cumplir la norma.
Ya ocurre en Madrid donde el 65% de loas aceras tienen menos de 3,5 metros de ancho y en San Fernando de Henares el porcentaje es mayor. Cuando el próximo domingo se produzca la salida de los niños a la calle, nos encontraremos con el problema de aprender a cruzarse en las aceras, será difícil, si no imposible, cumplir la recomendación del Gobierno para las personas que tienen que seguir saliendo a la calle durante el estado de alarma y guardar la distancia física de un metro y medio a dos metros.
Quizás acabaremos viendo flechas en las aceras señalando un solo sentido, pero eso no será solución porque el carácter español no aceptaría esas normas y se cruzaría por el sitio más cómodo que casi siempre es el más corto, la línea recta.
Cuando la alarma social finalice serán necesarias campañas de concienciación para mantener la tensión y evitar nuevos rebrotes, aunque los sociólogos opinan que al menos durante las primeras semanas los ciudadanos serán disciplinados, al menos en la misma proporción en la que se ha respetado los días de confinamiento durante la cuarentena.

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