Según la OMS, se trata de una de las diez causas principales de muerte entre niños y jóvenes
La Guardia Civil difunde estos días mensajes con recomendaciones a adoptar ante el baño de niños en piscinas.
Las piscinas son lugares perfectos para divertirse y huir del calor en verano. Pero no disfrutarlas de forma segura puede provocar graves accidentes como el ahogamiento, una de las diez causas principales de muerte en niños y jóvenes, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 2017, murieron ahogadas 481 personas en España y hasta el 31 de mayo han fallecido 90 personas por esta causa, de acuerdo a los datos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. El 80% de los casos se produce en piscinas.
Una persona adulta puede ahogarse en uno o dos minutos como máximo, según el Ministerio de Sanidad. Un niño, en apenas treinta segundos. El tiempo equivalente a contestar un mensaje de WhatsApp o a encenderse un cigarro puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.
Tal y como explica el pediatra José María Lloreda, el ahogamiento de un niño es un "proceso silencioso". Cuando los niños se ahogan, no suelen patalear ni pedir ayuda, sino que invierten sus energías en intentar salir del agua, moviendo los brazos de un modo que puede parecer un juego o que están buceando.
Cómo actuar en caso de ahogamiento
Las piscinas particulares son las que registran más ahogamientos. Por eso, la Asociación Nacional de Seguridad Infantil alerta de que si un niño no contesta o no aparece, la piscina es el primer sitio al que se debe acudir.
Advertir con rapidez un ahogamiento es clave para evitar un fatal desenlace. Y uno de los errores más comunes que cometen los padres es subestimar los riesgos de una superficie poco profunda. Treinta centímetros bastan para que se ahogue un niño.
Si el ahogamiento se produce en una piscina pública o comunitaria, lo primero que debe hacerse es avisar al socorrista.
Una persona que se precipite a salvar a otra, sin estar segura de sus capacidades, puede acabar ahogada. "Si una persona está ahogándose y nos abraza por el cuello puede ponernos a nosotros mismos en peligro", explica Urkía.
Si la instalación no cuenta con servicio de vigilancia, la prioridad es llamar al teléfono de emergencias (112).
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