La Policía Nacional
desaloja desde primera hora de la mañana a 119 personas de todas las edades la mayoría de nacionalidad rumana que
habitaban en la antigua discoteca Attica, situada a la altura del kilómetro 15
de la A-2, con el fin de demoler el edificio, que se encuentra abandonado y en
mal estado.
SAN FERNANDO DE HENARES NEWS TV ha sido testido de su demolición, que comenzó sobre las once de la mañana.
Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid han informado que los agentes han iniciado el dispositivo de desalojo sobre las 8 horas de este martes por requerimiento judicial, en concreto, del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid, aunque desde las 6 ha empezado a desplegarse el operativo, teniendo que cortar la Guardia Civil uno de lo carriles sentido Madrid, lo que ha provocado importantes retenciones en la zona.
Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid han informado que los agentes han iniciado el dispositivo de desalojo sobre las 8 horas de este martes por requerimiento judicial, en concreto, del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid, aunque desde las 6 ha empezado a desplegarse el operativo, teniendo que cortar la Guardia Civil uno de lo carriles sentido Madrid, lo que ha provocado importantes retenciones en la zona.
Diez de los desalojados
fueron detenidos ya que pesaban sobre ellos órdenes de búsqueda y captura.
En el
interior de esta antigua discoteca, que en su día fue uno de los templos de
Madrid de la música electrónica, vivían desde hacia tiempo familias de origen
rumano, sumando alrededor de 119 personas, incluido menores.
Los desechos se tiraban
al río, junto a una línea de alta tensión y según los expertos será muy
complicado realizar una limpieza.º
En el dispositivo han
colaborado medio centenar de agentes de la Unidad de Intervención Policial
(UIP), Policía Municipal de Madrid, efectivos del SAMUR en preventivo y personal del SAMUR Social que ha ofrecido a las familias una
solución habitacional, aunque todas ellas la han rechazado y han manifestado
que se marchaban a vivir con familiares y amigos a otras zonas de Madrid.
LA ÚLTIMA FIESTA
El 6 de agosto de 1995 la
discoteca Attica celebró su última fiesta después de que la Junta de Barajas ordenase su clausura ya que no
tenía ningún tipo de licencia.
El local abrió como
restaurante en los años 80. Luego en 1987 lo compraron unos socios que lo
transformaron en un after pese a que no tenían permiso. El
local se convirtió en un templo de la música bakalao y en uno de los puntos
emblemáticos de la famosa ruta del bakalao.
El Attica de San Fernando
de Henares fue el primer megaproyecto de discoteca ideado por Alex Conde, que
lo hizo realidad junto a su entonces socio José Cereceda. Ubicado en la mítica
curva de la Carretera de Barcelona a su paso por San Fernando de Henares,
conocida como la 'curva del Attica', y próxima tanto al puente de San Fernando
como al Restaurante las Moreras, tuvo su nacimiento en el año 1987 con el auge
de la Ruta del Bakalao. Se cuenta que su nombre estuvo inspirado en la prisión
neoyorquina de Attica, donde hace casi cuatro décadas un motín acabó en el
episodio carcelario más sangriento de la toda la historia de Estados Unidos.
Ubicada en un chalet en plena autovía, la Sala Attica se convirtió en el primer garito underground de la capital, estando siempre a la cabeza de las discotecas de mayor repercusión durante mucho tiempo y siendo un referente en los After-Hours de Madrid. Contaba con dos plantas bien diferenciadas: la planta de abajo, conocida como el Infierno de Attica, por la que se accedía a la sala y en la que se podían escuchar los sonidos más oscuros y cañeros del momento, y la planta de arriba, conocida como el Cielo de Attica, a la que había que acceder a través de la sala principal y en la que se podían escuchar unos sonidos algo menos cañeros y menos vanguardistas.
Ubicada en un chalet en plena autovía, la Sala Attica se convirtió en el primer garito underground de la capital, estando siempre a la cabeza de las discotecas de mayor repercusión durante mucho tiempo y siendo un referente en los After-Hours de Madrid. Contaba con dos plantas bien diferenciadas: la planta de abajo, conocida como el Infierno de Attica, por la que se accedía a la sala y en la que se podían escuchar los sonidos más oscuros y cañeros del momento, y la planta de arriba, conocida como el Cielo de Attica, a la que había que acceder a través de la sala principal y en la que se podían escuchar unos sonidos algo menos cañeros y menos vanguardistas.
El Ayuntamiento de Coslada,
sin embargo, nunca dio autorización para su funcionamiento como discoteca y en
1994 se ordenó su clausura además de abrir un expediente de demolición del
chalet al estar ubicado en terreno declarado rústico. A lo largo de los años que estuvo funcionando como
discoteca se realizaron varias redadas en la sala por parte de la Policía Local
de Coslada.
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