Esta
firma sevillana de servicios ambientales ha pasado de dos a diez millones de
euros de facturación en apenas seis años, periodo en el que duplicó la
plantilla. La clave, una fuerte inversión en San Fernando de Henares donde
tiene una de las plantas más modernas.
Purificación Aguilar, una de las hijas del fundador de
C.T.C. Servicios Ambientales, Cornelio Aguilar, en la sede, en Alcalá de
Guadaíra. /
¿Cómo
nació C.T.C. Servicios
Ambientales y cuándo?
—Mi
padre, Cornelio Aguilar Torralbo, trabajaba de autónomo y retiraba residuos de
manera particular hasta que en 1994 se constituye la empresa. En 2014 nos
establecemos en Madrid, aunque el domicilio social sigue estando en Alcalá de
Guadaíra. C.T.C. viene
de Contenedores y Transportes Cornelio.
—El
salto a Madrid ha sido todo un éxito.
—El
mayor crecimiento lo estamos registrando en Madrid. Tenemos unos 100
trabajadores, 50 en Sevilla y otros tantos en Madrid. Si bien el negocio en la
capital de España crece muy rápidamente y en apenas dos años teníamos casi más
plantilla en Madrid que aquí.
—¿Cuánto
facturan y cuáles son sus principales clientes?
—En
2010 facturábamos poco más de dos millones de euros y en 2016 vamos a superar
los diez millones. Trabajamos con empresas medianas y también con grandes
corporaciones, plataformas comerciales, logísticas, prestamos servicios a
mancomunidades, municipios, a puntos verdes... e incluso trabajamos para otras empresas
que hacen la prestación de recogida a grandes compañías. Entre nuestros
principales clientes están Mercadona, la Mancomunidad del Guadalquivir, Metro
de Madrid, el madrileño Centro Comercial Las Vaguadas y los Laboratorios Lilly,
entre otros. Cuando se trabaja para un laboratorio cosmético o farmacéutico
tienes que garantizar una destrucción certificada, a veces hasta con notario,
porque se tratan medicamentos o fórmulas magistrales y se necesita garantizar
que se tiene el control absoluto del residuo. Otra curiosidad, llevamos varios
años gestionando los residuos de la romería de El Rocío.
—¿Cómo
son sus instalaciones en Alcalá de Guadaíra y Madrid?
—En
Alcalá no tenemos una sede como tal, pero sí explanadas para los equipos, para
los compactadores, para los camiones y, sobre todo, trabajamos en instalaciones
de terceros. En Madrid sí tenemos una planta propia de 70.000 metros cuadrados,
por lo que hacemos directamente lo que en Alcalá subcontratamos. No conocemos
ningún otro complejo similar en España de una empresa de nuestra dimensión. Es
una planta, en San Fernando de Henares, muy completa y moderna. En ella hemos
invertido entre 7 y 8 millones de euros.
—¿Tratan
todo tipo de residuos?
—Sí,
pero estamos especializados en los no peligrosos, sólidos urbanos y también
industriales. Intentamos hacer un servicio integral y para ello contamos con un
departamento legal medioambiental muy fuerte, llevamos la legislación muy
actualizada y ofrecemos asesoramiento de las novedades normativas que afectan a
la actividad, gestión y emisión de residuos que cada cliente pueda tener.
Además, tenemos unos servicios con horarios muy amplios y personalizados. Dando
el servicio de una gran empresa ofrecemos una flexibilidad que no dan las
grandes. Nuestro servicio es de 12 o 14 horas al día, de lunes a sábado e
incluso domingo cuando estamos en determinadas campañas agrícolas.
—¿Qué
objetivos tienen para el próximo año?
—En Sevilla es tener un crecimiento entre el 5 y el 10
por ciento. En Madrid esperamos estar por encima del 15 por ciento. Donde
tenemos más opciones de crecimiento es en Madrid porque las cuentas de allí no
tienen nada que ver con las de Sevilla. Sólo llevamos dos años y nuestra
experiencia es muy buena.
—¿Cuál
es la clave de ese rápido y fuerte crecimiento?
—Dar una respuesta pronta, un buen servicio y una
inversión continua en modernización de equipos. Tenemos más de 1.500 entre
camiones, compactadores y contenedores que están en muy buenas condiciones. Hay
una gran diferencia con la competencia. Incluso tenemos nuestro propio taller
de mantenimiento y embellecimiento.
—¿Les
afectó la crisis?
—Al sector medioambiental no le afectó la crisis, pero
se vio perjudicado por la actitud de la banca y la dificultad de acceso a la
financiación.
—Sin
embargo, lograron crecer de forma importante.
—Es un sector en auge, cada vez hay más demanda. El
único punto débil son las empresas que se quedan obsoletas. Necesitamos una
reacción pronta, dar un servicio rápido y por eso se requiere modernización e
inversión continua. Si no tienes capacidad para invertir te quedas atrás. El
sector agroalimentario y el ambiental son los únicos que no se vieron afectados
por la crisis, si bien sí perjudicó la actitud de la banca. La financiación
estos años fue una guerra sin cuartel, pese al crecimiento que nos avalaba.
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