10 de mayo de 1754
Fernando VI prohíbe los espectáculos taurinos
El 10 de mayo de 1754 Fernando VI prohibió los espectáculos taurinos. Así lo dispuso una Real Orden firmada por el Presidente del Consejo de Castilla, don Diego de Rojas y Contreras, obispo de Cartagena. No hubo en Sevilla más festejos hasta octubre de 1759, según consta en los Anales del marqués de Tablantes. El año de la prohibición hubo un huracán que derribó las cercas de madera de la plaza, aparte de otros desperfectos. Los años sin toros contribuyeron a deteriorar gravemente la plaza de Sevilla al pudrirse la madera de los andamios. No perdió la gente, sin embargo, la afición y supo esperar. También quedó maltrecho Fernando VI por aquellos años pues, desde septiembre de 1758, cayó cautivo de melancolías y extravagancias.
El rey Fernando VI, que había sucedido en 1746 a Felipe V, se volvió a plantear la represión de la fiesta de toros con una nueva disposición que reforzase el entramado represivo; en efecto, por la Real Orden de 10 de mayo de 1754 fueron de nuevo prohibidas, en toda España, las corridas de toros, una sanción durísima que se prolongó hasta el 2 de octubre de 1759.
El rey Fernando VI, que había sucedido en 1746 a Felipe V, se volvió a plantear la represión de la fiesta de toros con una nueva disposición que reforzase el entramado represivo; en efecto, por la Real Orden de 10 de mayo de 1754 fueron de nuevo prohibidas, en toda España, las corridas de toros, una sanción durísima que se prolongó hasta el 2 de octubre de 1759.
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