El uso de GNL como
combustible alimenta la rentabilidad y la demanda de los clientes
Delgo, operador de transporte con
sede en Valencia, se especializa en transportes refrigerados a nivel nacional e
internacional. Hoy, solo un año después de adquirir su primer camión de gas
natural licuado, la mitad de la flota de 110 camiones de la compañía funciona
con GNL y, hasta ahora, a Félix González, su director general, le gusta lo que
ve.
"Cuando descubrimos que Scania
fabricaba camiones de GNL, decisión quedó prácticamente tomada” dice. "Y
los resultados que hemos tenido han sido mejores que los que teníamos en papel.
Mejores niveles de consumo y menos emisiones, por supuesto ".
Los camiones también atraen a los
clientes que buscan un transporte movido por combustibles alternativos, lo que
ayuda a impulsar la rápida adopción de una flota de GNL tan grande por parte de
Delgo. "Cuando hicimos un análisis, pensamos que era más arriesgado no
hacer nada", dice. Los camiones de GNL de Delgo se utilizan principalmente
para el transporte nacional y de distribución para varias grandes cadenas de
supermercados en España.
Construcción de
infraestructura de GNL y competencia de conductores
Además de invertir en una flota
renovada de GNL, Delgo también instaló su propia estación de servicio de GNL en
sus instalaciones principales en Valencia, una decisión estratégica que
debería, a la larga, ahorrar tiempo y dinero. La compañía también está
aprovechando una red de estaciones de servicio de GNL en rápido crecimiento en
España.
Si bien la
diferencia más obvia para los conductores es el proceso de repostaje de
combustible, el conductor Salvador Sultan Blasco dice que los nuevos camiones
de GNL no han cambiado mucho su trabajo. “Mis primeras impresiones son buenas.
Se siente un poco mejor porque el motor es muy suave”, explica. "No se
escucha el ruido típico de un motor diésel, pero conducirlo es lo mismo".
Los conductores
también se han beneficiado de la formación específica que han recibido para los
camiones de GNL, que han tenido un impacto medible en el consumo de
combustible. "La flota de camiones de Barcelona comenzó a usar camiones de
gas en julio pasado", explica el gerente de flota, Rafa Gimeno Ros.
"Y después de la formación, el consumo se redujo en dos kilogramos por
cien kilómetros".
Para Félix González,
los camiones de GNL son la alternativa de sentido común al diésel. "No
creo que sea el último paso hacia cero emisiones, pero es un modelo que llegó
para quedarse", dice.
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