El que roba a un ladrón de la Compañía ¿Estamos todos? se estrena con éxito en el Teatro Federico García Lorca

El que roba a un ladrón de la Compañía ¿Estamos todos? se estrena con éxito en el Teatro Federico García Lorca.

Esta comedia de Dario Fo con el nombre No hay ladrón que por bien no venga ha sido adaptada con gran originalidad por la compañía sanfernandina es una comedia que pone en evidencia la hipocresía y desamores en torno a una pareja en la que marido y mujer se engañan. A partir de la entrada de un ladrón en su casa, se genera una serie de enredos en la que los personajes se van culpando unos a otros para no ser descubiertos.

Darío Fo coloca al espectador frente a una burguesía dominada por la doble moral, que va revelando sus mentiras a través de las escenas que conforman la pieza teatral

Darío Fo nos coloca frente al juego de espejos de una sociedad dominada por la doble moral, el sistema injusto de relaciones entre las clases sociales y ese frágil equilibrio que impide que una situación extrema explote ante lo inevitable. Fo ofrece la alternativa de la comedia, de la risa, de la ironía, y concreta la opción de un estado que si bien no es mejor si es diferente. Él todavía cree en el género humano, y por lo mismo lo acorrala sin misericordia para que una vez sitiado, ya sin escapatoria, no tenga más alternativa que reírse de sí mismo. Es entonces que surge, con benévola sabiduría, la paradójica afirmación: aquel que esta en el espejo no soy yo, pero yo si soy quién esta frente al espejo.

Sin embargo, El que roba a un ladrón pretende algo más, y ese algo es justamente seducir a todo aquel para quién el teatro es un divertimento, con profundidad e intención de reflexión pero sobretodo un divertimento.

Una obra divertida con una historia de enredo que gira alrededor de un robo frustrado que da mucho de sí.

Humor en estado puro de mano de ocho actores y actrices que llevan a escena de forma magistral este texto cercano y creado simplemente para disfrutar. Un texto donde el público no tiene que pensar, sólo dejarse llevar. Una representación sencilla y sin propuestas complejas que acaban siendo la mejor receta para los setenta minutos de diversión.

Por gentileza de la Compañía ¿Estamos todos? se la mostramos íntegramente.