Arantza Azmara Rodriguez nos explica en una comunicación escrita los verdaderos motivos de su expediente en IU.
Hola, en mi caso soy asistente de la eurodiputada Paloma López y mi trabajo se limita exclusivamente a cuestiones del Parlamento Europeo. Solo estoy contratada a media jornada y mis labores no son de partido, de hecho, está prohibido por el propio reglamento del parlamento. Lo que haga con el resto de mi tiempo libre es cosa mía.
Pero seamos claros, el problema es mi militancia en Izquierda Abierta, que siempre ha sido la disidencia dentro de la IU de Alberto Garzón, con especial fijación por Gaspar Llamazares. Siempre hemos defendido otras posiciones dentro de IU, pero la IU de Alberto Garzón nunca ha integrado con honestidad la pluralidad. Hemos sido incómodos desde el principio por ser críticos con la estrategia de confluencia (ni siquiera estábamos en contra de confluir), por renunciar a la identidad propia, por hacer un acuerdo cupular que dejaba fuera a mucha izquierda.
IzAb ha querido aportar a esa supuesta política de confluencia y esa apuesta por la unidad que se propugna desde IU hacia afuera, pero que dentro significa uniformar la organización, una única línea de pensamiento. Y como no somos de esa línea, somos desde el minuto cero de la era Garzón la disidencia a purgar. Tiene su lógica, así están más a gusto, mimetizados y uniformados, sin discrepancias. Si nadie te inoportuna, puedes hacer lo que te dé la gana con una organización histórica que, con sus luces y sombras, ha hecho muchas cosas buenas por la igualdad, la libertad y los derechos sociales en este país.
En IzAb estamos convencidos de que la estrategia errónea de IU ha devenido en un electorado huérfano y, como se ha demostrado muy bien en Andalucía, en una desmovilización de la izquierda que espera opciones que estén a la altura de la situación crítica que atravesamos. Si no sabemos hacerlo, gana la derecha y, lo que es peor, la ultraderecha.
De forma honesta lo hemos defendido dentro y, de forma honesta, abierta y legítima, estamos trabajando fuera para movilizar a todo ese sector descontento. Se necesita a Podemos, en mi opinión, se necesita también a una IU que se ponga en valor, aunque creo que es tarde, necesitamos al PSOE más socialdemócrata, y necesitamos una opción que recoja lo que todos ellos no hacen. Y no es necesario uniformar nada, sí compartir objetivos y saber anteponerlos a las diferencias para lograr gobiernos que cambien el rumbo político neoliberal y autoritario que hemos tomado. Basta con mirar a Portugal para ver que es posible. Y no han tenido por qué conformarse en una única opción de izquierdas monocolor. La riqueza de la izquierda reside precisamente en la pluralidad.
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