Principio de acuerdo entre la mancomunidad en la que residen 700.000 personas y Medio Ambiente para no ampliara la planta de Alcalá
Los residuos que generan los 700.000 residentes en el Corredor del Henares se trasladarán a diversos vertederos de la región o de las comunidades autónomas vecinas hasta que se termine la construcción de la nueva planta de tratamiento de residuos en Loeches. Éste es al menos el principio de acuerdo alcanzado este lunes entre la Mancomunidad del Este y la Consejería de Medio Ambiente de Madrid para tratar de desbloquear la polémica en torno al fin de la vida útil de las instalaciones de Alcalá de Henares donde llega la basura de todos esos hogares.
Para cubrir el desfase temporal entre la colmatación de dicho complejo, prevista para mayo del año que viene, y la inauguración del que lo sustituirá, previsiblemente a mediados de 2020, el Gobierno regional había propuesto entre otras alternativas la ampliación de forma temporal de uno de los vasos en los que actualmente se depositan los desechos de la zona. Esta opción, sin embargo, había sido rechazada por la práctica totalidad de los ayuntamientos implicados, algunos de ellos gobernados por el PP, y había abierto un conflicto institucional entre administraciones.
En las negociaciones a dos bandas iniciadas este lunes y que se prevé que se cierren a finales de agosto o principios de septiembre, la hipótesis de derivar los camiones de basura a otros vertederos cercanos es la que ha cobrado más fuerza, según ha señalado al término de la reunión Javier Rodríguez, presidente de la Mancomunidad del Este y alcalde de Alcalá. "Ahora estamos hablando de un encaje fino que tiene más que ver con el trabajo de los técnicos que con declaraciones políticas", ha señalado en declaraciones a los medios de comunicación sin entrar en detalles de cuáles son las opciones concretas que se barajan.
Lo que sí ha subrayado que ese traslado de residuos sería durante "un periodo transitorio" de "unos meses" y materializarse a través de "acuerdos transparentes y ventajosos para todos". En este sentido, ha apelado a la "solidaridad" de los municipios colindantes que "igual dentro de dos o de tres" años tendrán que llevar sus residuos a Loeches.
En el Gobierno regional no se habían mostrado muy proclive a la opción del traslado de basura por el incremento estimado del coste en más de tres millones de euros, que tendrían que asumir "muchos ayuntamientos con dificultades económicas", ni desde el punto de vista de la sostenibilidad por el impacto en la huella de carbono. Pero finalmente han accedido a trabajar conjuntamente con la Mancomunidad del Este en el desarrollo de esta opción.
No obstante, en Medio Ambiente mantienen que la ampliación del vertedero de Alcalá "es viable desde el punto de vista técnico" y, aunque la competencia en el tratamiento de desechos es municipal, podría llegar a imponerla por decreto, tal y como ha reconocido el propio regidor de la ciudad complutense. "Mientras no tengamos ninguna solución yo no descartaría ninguna opción", ha advertido el consejero del ramo, Carlos Izquierdo, aunque reconoce que la competencia es estrictamente municipal.
El presidente de la Mancomunidad del Este reconoce que el traslado temporal de los despercicios que generan los residentes corredor del Henares a vertederos fuera de su área de influencia territorial tendrá un coste añadido a dicho servicio público. En este sentido, y ya con vistas a la puesta en marcha de la planta de Loeches (que supondrá el fin del vertido de la basura para proceder a su tratamiento), Rodríguez explica que habrá que hacer una "campaña de concienciación" sobre el incremento del coste para que la recogida sea sostenible y que con el cambio de modelo supondrá pasar de un desembolso de 25 euros por tonelada a alrededor de 70.
El encuentro de este lunes entre el representante de los municipios del corredor del Henares y el consejero de Medio Ambiente pone fin a dos semanas de intercambios de reproches a través de los medios de comunicación. Ambas partes han señalado que con este paso se ha puesto fin a un clima de "polémica" y que la actitud es la de sentarse a hablar "con la mano tendida".
En esa primera reunión se han sentado también las bases para desbloquear el problema para la concesión de la licencia de construcción de la nueva planta de Loeches. La Mancomunidad del Este se ha comprometido a abonar la tasa pendiente de pago, según ha explicado el consejero Izquierdo.
En la Comunidad de Madrid confían en que la solución para la recogida, transporte y tratamiento de los residuos generados en hogares, comercios y servicios del Este se adopte "lo antes posible dado el escaso margen de tiempo que hay para llevarla a efecto". A partir de ahora se convocarán reuniones de carácter técnico para intentar darle forma.
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