Es
lo que ocurre con algunos ejemplares situados en la calle Santillana y Solares,
árboles jóvenes a los que no se ha puesto una guía para corregir su desviada
trayectoria.
Aquí
no se cumple, lo que escribió Leopoldo Alas “Clarín”
<árbol que crece torcido
tarde su tronco endereza,
pues hace naturaleza
del vicio con que ha nacido>
tarde su tronco endereza,
pues hace naturaleza
del vicio con que ha nacido>
Tampoco
obedece al fenómeno del bosque polaco en Grifyno el que sus árboles tienen una
curiosa forma.
Cuando se planta un árbol
nuevo, el sistema de raíces toma tiempo para extenderse y aferrarse a la tierra
en la que se planta. Hasta que se establecen las raíces de un árbol recién
plantado, éste no tiene mucho apoyo desde la parte inferior, lo que significa
que puede inclinarse. Si se deja crecer de esta manera, las raíces del árbol
permanecen dónde están y éste crecerá en ángulo. Puedes enderezar un árbol
inclinado si deseas que crezca hacia arriba en tu paisaje.
Pero un adecuado
mantenimiento va corrigiendo poco a poco su trayectoria, pero en general, solo
se acude a esta corrección cuando están demasiado inclinados.
Una labor para los
servicios de jardinería contratados por el Ayuntamiento de San Fernando de
Henares, especialmente, si quieren que dentro de unos años dejen de ser noticia
porque se han caído. Y aquí no vale la excusa que son los coches los que los
golpean y por eso crecen torcidos. Los árboles no se ponen en las calles para
que sus ramas entren en las ventanas y balcones de los vecinos.
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