La OMS no quiere que se siga hablando de la variante india, la variante británica o la variante brasileña del virus, porque considera esas denominaciones son "estigmatizantes y discriminatorias", y sus nombres científicos son tan complejos que tampoco sirve. Por eso la OMS ha decidido bautizar cada una de las variantes consideradas "preocupantes" como una letra del alfabeto griego.
De este modo, la B.1.1.7, identificada en el Reino Unido, pasa a llamarse variante Alfa. La detectada en Sudáfrica se conocerá como Beta, la que apareció en Brasil se denominará Gamma y la identificada en la India, se etiquetará como Delta.
Nombre simples para un problema complejo, el de estas variantes, fruto de mutaciones del virus que, en algunos casos, hacen que sea más contagioso o dañino.
Como ejemplo, lo que está sucediendo en el Reino Unido. Un asesor del Gobierno de Londres alerta de que el país podría estar al borde de una tercera ola debido a la variante india, o mejor dicho, por culpa de Delta, que ya es responsable de más del 75 % de los nuevos casos registrados.
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