12 de abril de 1998
El crimen de Gandullo en una discoteca de San Fernando de Henares
El crimen de Guillermo Gandullo Prados, muerto el 12 de abril de un navajazo a la puerta de un after-hours de San Fernando de Henares, va camino de su esclarecimiento. La policía, según informaron fuentes cercanas a la investigación, detuvo en la madrugada de ayer a cinco personas -tres hombres y dos mujeres- por su presunta relación con el homicidio. Los arrestados, que ayer permanecían en dependencias policiales, reconocieron su participación en la reyerta.
La investigación policial se desarrolló con sigilo. Con los datos facilitados por los testigos de la brutal agresión, los agentes identificaron y localizaron, uno detrás de otro, a los sospechosos. Vivían en diferentes localidades de la región. Este hecho motivó que los investigadores preparasen cuidadosamente una redada en la que participaron efectivos de las comisarías de Coslada, Torrejón, Alcalá y del Grupo de Homicidios de la Policía Judicial.
Esta operación se activó a primera hora de la madrugada.Una vez detenidos, los sospechosos, siempre según fuentes cercanas al caso, fueron trasladados a dependencias policiales y prestaron declaración ante abogado. En sus manifestaciones reconocieron su participación en los hechos (aunque la policía no especificó en qué medida). De estos testimonios se desprende que la agresión, en principio, iba dirigida sólo contra Guillermo, de 23 años, y no contra su hermano Juan Antonio, de 22, quien también resultó herido en la pelea.
La reyerta que acabó con la vida de Guillermo se desató, según esta versión, pasadas las ocho y media de la mañana del domingo 12 de abril junto a la puerta de la discoteca Distrito Cero. El local, ubicado en un polígono industrial, había concluido su sesión de madrugada y los clientes ya salían por la puerta de emergencia. Guillermo, cliente asiduo de Distrito Cero y que trabajaba de encargado en un bar de Coslada, se dirigió a su coche. Llevaba una cinta que le había regalado el pinchadiscos de la discoteca. Por motivos que ayer aún no se habían aclarado, fue atacado al menos por dos personas. Su hermano Juan Antonio, que salía en ese momento de la discoteca, al ver la agresión, se lanzó a ayudarle.
"No iban a por mí. Yo, de hecho, ni siquiera estaba con él. Pero al encontrarme con la pelea salí en su defensa. No se trató de un ajuste de cuentas como se ha dicho por ahí", afirmó ayer Juan Antonio. La agresión tuvo un resultado fatal. Guillermo recibió un profundo navajazo en el cuello y Juan Antonio otros dos en el pecho. Los testigos relataron a la policía que los agresores huyeron en un Peugeot plateado, junto a dos mujeres.
Guillermo, con una fuerte pérdida de sangre, fue trasladado al hospital de la Princesa, donde falleció el lunes 13 de abril. Su hermano, en estado grave, permaneció 11 días hospitalizado.
Pese a que los primeros testimonios sobre el crimen se movieron en la confusión, la investigación policial avanzó apoyada en el relato de los testigos y del hermano de la víctima. Una de las esperanzas de la policía era que una de las dos mujeres que supuestamente habían huido con los agresores, pero sin participar en el homicidio, diese marcha atrás y se entregase. No ocurrió así. Y ayer se procedió a la redada. Entre los detenidos figuraba al menos una mujer que supuestamente huyó tras la agresión. La policía mantuvo ayer un espeso silencio en torno al caso. Los detenidos pasarán hoy o mañana a disposición judicial.
0 comentarios:
Publicar un comentario