Muchos vecinos se han encontrado hoy las puertas cerradas del despacho de pan en la calle Libertad, PAN COTA, el comercio que venía ofreciendo servicio ininterrumpido, salvo la fiesta de Navidad y la fiesta de año nuevo, desde los años 30.
Casi 90 años que han visto crecer a cinco generaciones de vecinos. Con Pan Cota se marcha algo de nuestras vidas y aunque la panificadora seguirá funcionando y el pan se podrá comprar en otros establecimientos, ya no todo será igual, porque ese paseo obligado diario a centro del pueblo, a veces por el simple placer de pasear e ir a comprar el pan, dejaremos de hacerlo.
0 comentarios:
Publicar un comentario