Hay cosas que resultan difícil de entender y es que un equipo de gobierno lleve un punto para votar en el pleno municipal y luego se abstenga, eso es lo que ocurrió, tanto con las alegaciones presentadas por una asociación a la cuenta general 2017, como con la aprobación de la cuenta general 2017 en el último pleno extraordinario del 7 de mayo.
Entendemos la indignación de la Asociación Cívico cultural El Molino cuando presenta unas alegaciones a la cuenta general 2017 y el pleno al completo se abstiene, que equivale a no votarlo. Nos resulta tan extraño, que no sabemos si en la historia de la democracia, ha ocurrido algo igual alguna vez, que todos los corporativos voten abstención en algún ayuntamiento de España, ante una resolución plenaria.
Pero no solo esa votación nos sorprende, también nos llama la atención y eso lo dice la ley, que en caso de empate, será el voto del Presidente el que deshaga el empate con su voto de calidad. En la votación de las alegaciones, no se siguió esa norma, y el Secretario tampoco lo advirtió.
Lo normal, es que se hubiese votado, y no pasa nada ante la duda, votar en contra de las alegaciones, porque ante las dudas o quizás falta de valentía de los corporativos, siempre queda tiempo para aclararlas y subsanarlas, no votar, es conculcar un derecho.
En otras ocasiones, ante la duda, los puntos se dejan sobre la mesa, en esta se ha votado o mejor dicho no se ha votado con la abstención.
La imagen fiel debe estar reflejada en las cuentas anuales, y por tanto, la aportación de bienes del inventario municipal a una sociedad debe constar en esas cuentas, pero si desde 2008 no ha estado, porque en 12 años, los técnicos, habilitados nacionales y políticos no han sido capaces de tenerlo claro, no pasa nada, se estudia para las presentación de cuentas de 2018 o 2019, pero eso sí, abordando el problema y consultando al propio Tribunal de cuentas que para eso está.
En el pleno no nos aclararon nada, ni siquiera se leyó la votación del dictamen de la Comisión informativa de cuentas, algo preceptivo y cuya omisión ocurre muchas veces.
Se realiza la votación y prevalecen los 3 votos en contra del Partido Popular, frente al resto de abstenciones. en definitiva la cuenta general 2017 no queda aprobada.
No entendemos. la aseveración del Secretario, al decir que las cuentas no se aprueban, pero se aprueba presentarlas al Tribunal de cuentas. No se puede presentar la Cuenta General 2017 al Tribunal de Cuentas si no ha sido aprobada por el pleno, es un error, y si se hace, será rechazada. Y mientras no se apruebe la Cuenta General 2017 por el pleno no se puede presentar la Cuenta General 2018 y por tanto, se perderán las subvenciones que afirma el equipo de gobierno. Se perderán las subvenciones y no será la justificación de subir los impuestos un 10% y el IBI un 5%, los que tengan la culpa del rechazo, será la incapacidad de ponerse de acuerdo en aprobar la cuenta general 2017 y 2018.
Quizás el problema de doce años de penurias sea que no existe inventario municipal o que si existe no está inventariado, ni se refleja en las cuentas municipales y por tanto, difícil es contabilizarlo.
Nuestros funcionarios y políticos pueden ser muy eficientes (trabajar mucho) pero poco eficaces (conseguir resultados). En el próximo pleno, volveremos a ver la votación de las alegaciones a la cuenta general (si se han aclarado las dudas se votará a favor y si siguen las dudas se votará en contra) y se volverá a votar la cuenta general 2017 (esta vez sí saldrá aprobada).
Mientras tanto, seguiremos siendo el único municipio de la Comunidad de Madrid que no ha presentado sus cuentas anuales 2017 y eso se llama incompetencia. Nos queremos sentir orgullosos de nuestra ciudad y no nos gusta que nos señalen con el dedo por no cumplir con las cuentas, eso nos llena de indignación.
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