Miles de furgonetas blancas rodean la ciudad de Madrid a las ocho de la mañana, estacionadas en cuatro polígonos donde Amazon tiene naves gigantescas. Ninguno de estos vehículos que luego se distribuirán por la capital lleva el logo de la empresa más poderosa del mundo. Circulando por la calle nadie podría saber que llevan compras de su tienda online, pero todas juntas en la periferia, en los puntos de carga de Getafe, Alcobendas, San Fernando de Henares y Vicálvaro, dan una idea de la dimensión en Madrid de la compañía estadounidense, que ya acapara casi la mitad de las compras por Internet con entrega física en España.
Sus furgonetas y las de otras empresas repartidoras de compras por Internet, batirán este lunes un récord de repartos en Madrid, el día del millón de paquetes. La cifra es el triple que un día normal y se explica porque se entregaron productos a clientes que compraron en las grandes promociones online, las de Black Friday y, este lunes, las de Cyber Monday. Según la patronal de las empresas logísticas UNO, este cálculo supone un crecimiento anual de un 10%. Todo apunta a que solo estamos viendo el principio de una revolución que está comiéndole el terreno a los centros comerciales y demás tiendas físicas. Aún hoy, las compras online solo representan el 10% del total de compras minoristas en España, según la empresa logística Mountpark. El futuro deparará muchas más furgonetas y paquetes.
Las compras online ya están causando cierto caos en Madrid. Los pequeños espacios de aparcamiento reservados para carga y descarga son insuficientes en muchas calles. Los muchos vehículos de reparto en doble fila son la muestra de ello. Algunas calles del centro están colapsadas de furgonetas estos días. La siniestralidad causada por estos vehículos también está aumentando. Según la DGT, los accidentes de furgonetas crecieron en España un 54% entre 2012 y 2017, pasando de 7.217 a 11.150.
Para reducir tráfico y contaminación, muchos piden al Ayuntamiento que cree una red de centros en los barrios en los que los conductores de furgoneta den el relevo a repartidores en bicicleta, a semejanza de la que ha puesto en marcha Londres.
El código postal 28050 es la zona con más repartos. Corresponde a Las Tablas y Sanchinarro, dos barrios nuevos de pisos en la capital habitados por familias jóvenes y donde escasea el comercio tradicional. Muchos aquí y en otros barrios ni siquiera van ya al súper. Lo piden todo por Internet.
Las empresas están muy interesadas en adaptar la ciudad cuanto antes porque para triunfar en la competición online es clave ser puntual. Se la juegan desde Black Friday hasta final de enero, cuando la actividad bajará tras el período de devoluciones de compras navideñas.
Lección aprendida
Hace tres años la repartidora Seur colapsó tras Black Friday por el inesperado aumento de la demanda. Tuvo retrasos de más de una semana y acabó pidiendo perdón. "Todo el mundo aprendió de aquel año y ahora se preparan con mucha antelación", dice Ramón García, experto en una asociación del sector para perfeccionar la distribución, el Centro Español de Logística.
Las empresas han aumentado sus plantillas cerca de un 10%, incorporando a mozos de almacén, ayudantes de reparto o atención al cliente, según la patronal. Han contratado a más de 8.500 repartidores, la figura más demandada. Son empleos solo para esta temporada alta, como los de verano en la playa. Daniel Martínez, de 38 años, lleva dos semanas en esto y está encantado con su salario de 1.200 euros brutos al mes en Areatrans, una de las muchas empresas de furgonetas que trabajan para Amazon. Si uno se organiza bien puede repartir los paquetes en menos de ocho horas, dice él. Normalmente una ruta tiene 80 paradas, en un solo barrio. Martínez dice que esto es mejor que trabajar en la obra o en un taxi. "No te partes los riñones", dice él.
Muchos pequeños empresarios de las furgonetas están haciendo su agosto. Un total de 42.152 vehículos de este tipo fueron matriculados en la Comunidad de Madrid el año pasado, un 27,4% más que las 30.632 matriculadas en 2015. Este año hasta octubre caen las ventas de turismos un 1% con respecto a 2018, pero suben un 8,7% las de furgonetas.
Esta revolución también está dejando huella fuera de Madrid en forma de grandes almacenes y centros de distribución en tres ejes, hacia Toledo, Cuenca y Guadalajara.
En las tripas de estos almacenes todo está diseñado para ser rápidos. Uno de los puntos calientes es el centro de carga aérea del aeropuerto de Barajas, donde las grandes empresas de reparto tienen naves en las que procesan productos llegados de los cinco continentes. La alemana DHL emplea aquí a 800 personas. Un laberinto de cintas transportadoras automatizadas despachan en cuestión de minutos los más de 22.000 paquetes diarios: en dos horas cada producto debe de estar cargado en la furgoneta correspondiente para que ese mismo día llegue a su destino.
Además de Amazon, otras grandes tiendas han tomado posiciones en la periferia de Madrid, como El Corte Inglés, en Coslada, o Mediamarkt, en Pinto.
El centro de Mediamarkt de Pinto, 60.000 metros cuadrados para la gestión logística, tiene apenas dos años. Casi 200 camiones pasan cada día por allí para reabastecer las tiendas y gestionar los 40.000 pedidos diarios (130.000 paquetes) que realizan los clientes desde sus casas en estos días. Desde aquí atienden no solo a Madrid sino también al resto de España: 400 pedidos por minutos. Por eso nunca apagan las luces.
0 comentarios:
Publicar un comentario