HACIA UNA IGUALDAD REAL
Ha pasado otro histórico 8 de marzo, pero nuestro trabajo por una igualdad real
sigue. Las mujeres somos parte fundamental de la clase trabajadora, en nuestra lucha
interseccionan los problemas de clase y de género, a la vez que se tienen presentes los
originados por razón de etnia, edad, diversidad sexual y/o de género o cualquier otra
circunstancia o condición personal o social.
El binomio Capitalismo–Patriarcado, ha construido una realidad socio-económica y
política opresiva, que se fundamenta en la discriminación, explotación y expoliación que
reserva a las mujeres un papel muy concreto dentro de la estructura social. Somos las
trabajadoras a las que se nos priva de una vida digna, de un trabajo remunerado, de
vivienda, de acceso a los recursos públicos… Se nos reservan los empleos más precarios
y en los sectores peor remunerados, el trabajo temporal y la contratación a tiempo parcial
no deseada (75%), además las oportunidades de formación y ascenso son limitadas y
cuando realizamos trabajos de igual valor percibimos menores salarios, con una brecha
salarial del 29%. Es en nosotras en quién recaen los trabajos domésticos y de cuidados,
no reconocidos ni remunerados.
Cuando accedemos a los sistemas de protección social, por la pérdida de empleo,
nuestras prestaciones son de menor cuantía y duración. De igual forma, al tener menores
carreras de cotización, nuestras pensiones son sustancialmente inferiores a las de los
hombres.
A las situaciones de explotación, se añade la violencia machista que promueve el Capital
en el trabajo, donde el acoso sexual y el acoso por razón de sexo es infinitamente mayor
de lo que se denuncia.
Resulta insultante, doloroso y denigrante para nosotras, que no cese la masacre de
asesinatos machistas, y que se nos cosifique a través de la prostitución, integrada en
parte de la sociedad como una actividad económica, justificadora de la barbarie.
Somos víctimas del Capitalismo y el Patriarcado pero también somos mujeres
organizadas, que luchamos por nuestra emancipación y contra toda explotación, porque
para que se produzcan cambios estructurales se requiere la acción sistemática,
coordinada y unida. Luchamos para alcanzar el principio de equidad, a través de la
igualdad efectiva entre mujeres y hombres; una protección social igualitaria; erradicar
cualquier expresión machista, la derivada del acoso laboral y sexual por razón de género
y la lacra del terrorismo machista. Exigimos, entre otras medidas, una ley de igualdad
retributiva; una negociación colectiva con perspectiva de género y la obligatoriedad de
planes y medidas de igualdad en todas las empresas, administraciones y sectores
públicos; infraestructuras y servicios de cuidado que sean públicos, gratuitos y de calidad;
y que se ratifique el Convenio 189 de la OIT sobre el trabajo doméstico.
En definitiva, día a día, ponemos en el centro de nuestra acción sindica, la lucha contra la
desigualdad hacia las mujeres, a través de la precariedad en el empleo, la brecha salarial
y de pensiones, así como las violencias machistas, porque la igualdad en lo económico, y
en lo laboral, es el camino hacia una igualdad real.
Tania Sánchez Aceña
Secretaria de Políticas de Igualdad, y Acción Sindical de CCOO Henares
0 comentarios:
Publicar un comentario