El vertedero a cielo abierto de Alcalá de Henares donde vierten la basura, sin tratar, 31 municipios de este de la región con más de 700.000 habitantes, se colmatará en el primer trimestre de 2019, concluye un informe de la Mancomunidad del Este.El cierre de la planta se producirá sin que se hayan finalizado las instalaciones que la sustituirán en Loeches, cuya construcción no ha comenzado todavía. El regidor de Alcalá, Javier Rodríguez y presidente de la mancomunidad, pide al Gobierno regional que se implique para buscar soluciones que no pasen por aumentar la capacidad del vertedero una vez lleno.
La planta recibe desde hace 30 años los residuos que producen los vecinos de Alcalá de Henares (195.000 habitantes) y los pueblos de alrededor, entre ellos algunos tan importantes, Torrejón de Ardoz (125.000) o Coslada (91.000). La basura llega en camiones, que vierten su contenido, sin recibir tratamiento alguno, mientras una máquina los extiende y compacta. Finalmente, se cubren con tierra. La instalación está agotando el quinto y último vaso, que alcanzará su altura máxima y el límite de la autorización medioambiental durante el primer trimestre de 2019.
Dar con la fecha exacta es más complicado, indica el informe de 18 de junio pasado realizado por la Mancomunidad del Este (entidad para la gestión de los residuos del Corredor del Henares), debido a que la actividad depende de muchos factores, algunos variables. Por ejemplo, si se comparan los cinco primeros meses del año anterior con los de este, los vertidos han crecido un 3%, pero al mismo tiempo ha aumentado la vida útil de la planta debido a que Rivas ha decidido dejar estas instalaciones y está vertiendo en Valdemingómez.
El regidor de Alcalá de Henares, el socialista Javier Rodríguez, está encantado de dar cerrojazo a la instalación, que será sustituida por otra con mayor capacidad y una moderna tecnología en Loeches. El Complejo Medioambiental de Reciclaje (CMR), como se ha bautizado, se extenderá por 57 hectáreas y ha generado un fuerte movimiento en contra, que, de momento, no ha conseguido pararlo. El pasado mes de febrero el estudio de impacto ambiental no encontró ningún riesgo destacable y las expropiaciones de los terrenos están finalizadas. El último paso lo dio esta semana la Mancomunidad del Este, que aprobó solicitar la licencia de obra al Ayuntamiento de Loeches, que también se ha posicionado en contra de la planta.
De momento, la obra no se ha iniciado, lo que genera la incertidumbre de a qué lugar van a ir las toneladas de basura que recibe Alcalá (200.000 toneladas anuales) cuando el vertedero llegue a su tope. El regidor sostiene que la nueva infraestructura estará operativa en el primer trimestre de 2020. Pero hasta entonces es necesario encontrar una solución. Rodríguez apunta como una de las posibilidades alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid capital para utilizar la planta de Valdemingómez. Otra de las opciones pasaría por construir un centro de transferencia con una tolva que comprimiese las basuras. De esta forma, se reduciría el volumen de forma muy importante y se facilitaría su transporte a otro lugar. La instalación costaría un millón y medio de euros. “Pero ¿dónde la situaríamos?”, se pregunta Rodríguez. Para ambas opciones es necesario contar con la Comunidad de Madrid, aclara.
El tercer camino, que el alcalde rechaza, es ampliar la capacidad del vertedero alcalaíno, que solo se podría hacer en uno de los vasos que ya están llenos. “Nos opondremos de forma tajante a semejante solución si se planteara”, remarca Rodríguez. Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente sostienen que ya se ha abordado con la mancomunidad la situación a la que se enfrentan y que están dispuestos a colaborar y a facilitar cualquiera de las tres opciones que se barajan.
Alejandro Sánchez, diputado de Podemos, sostiene que lo ocurrido en Alcalá supone el “fracaso definitivo del modelo de mancomunidades del PP”. En su opinión, la gestión realizada por el PP en todos estos años ha conducido a que se desborden los vertederos, porque no ha abordado la recogida separada que evitaría la generación de muchos residuos.
La Consejería de Medio Ambiente recuerda que la gestión, recogida y tratamiento de los residuos es competencia de los municipios, agrupados en mancomunidades. La excepción se encuentra en los pueblos de menos de 5.000 habitantes, a los que se financia el 100% del tratamiento. A los que se encuentran entre estos habitantes y 20.000 les abonan un porcentaje. Este año se han destinado 627.837 euros para ello.
La Comunidad se comprometió este año en el marco de la nueva Estrategia de Residuos (2017-2024) a financiar el 50% de todas las instalaciones de gestión. El presupuesto para la Mancomunidad del Este cuenta con 17 millones para financiar la nueva planta de Loeches. Con el actual sistema, cada mancomunidad paga a una empresa que previamente ha ganado una licitación pública un tanto por tonelada de basura. En el caso de Alcalá de Henares abonan 28 euros por tonelada (21 en concepto de explotación y 7 por la amortización del quinto vaso).
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