Un 83 por ciento de los jóvenes madrileños entre 20 y 29 años desea tener hijos pero lo aplaza por "la consolidación y ascenso profesional en el trabajo", según el estudio 'Tener hijos: ¿Forma parte del proyecto vital de los madrileños?' de la ONG Acción Familiar.
El informe aborda la situación de los residentes en la Comunidad de Madrid con edades comprendidas entre 20 y 45 años, en relación a la tenencia de hijos y a su equilibrio con el trabajo remunerado.
De acuerdo con los resultados del estudio, el deseo de tener hijos está muy presente en este sector de la población, sobre todo, en los jóvenes entre hasta 29 años, donde se sitúa en el 83 por ciento. Sin embargo, también indica que los madrileños entre 20 y 45 años están teniendo menos hijos de los deseados: 1,8 frente a los 2,3 a los que aspiran.
En cuanto a la edad ideal para tener hijos, casi la mitad de las mujeres (47 por ciento) señala que le gustaría tener su primer descendiente entre los 30-34 años, lo cual concuerda con la edad media a la maternidad: 32,6 años en 2016. El 40 por ciento de las mujeres y un tercio de los hombres considera que la edad máxima para tenerlos oscila entre los 40-44 años.
La proporción de hombres que desean tener más hijos de los que ya tienen (67 por ciento) es mucho más elevada que la de mujeres (53), así como quienes provienen de familias con cuatro o más hijos tienen descendencia propia en mayor proporción. "Esto sugiere que la existencia de hermanos actuaría como incentivo para tener hijos propios", señalan.
"SE APLAZA TENER HIJOS POR EL TRABAJO O BIENESAR"
El estudio ha detectado a su vez un aplazamiento en la tenencia de hijos, mayoritariamente por "un cambio en las prioridades vitales de las personas jóvenes, anteponiéndose a ellos la consolidación y ascenso profesional en el trabajo, el bienestar material, el ocio y la libertad de movimiento".
Entre los motivos para no tener más hijos se encuentran los siguientes. En los padres con un solo hijo, la falta de estabilidad laboral (46 por ciento) y la falta de ingresos suficientes (41) aparecen como las razones principales para no aumentar la familia.
Para quienes aún no tienen hijos, la limitación de la vida personal (51 por ciento), las preocupaciones que suponen los hijos (45) y la falta de ingresos suficientes (45) son los principales argumentos.
"La percepción mayoritaria es que la llegada de los hijos afecta negativamente a la valoración profesional en el ámbito laboral, hasta el punto de limitar las oportunidades de promoción o generar directamente problemas en el trabajo", relata el estudio.
La estabilidad laboral, personal y económica son las condiciones más valoradas para tener hijos, mientras que las opciones de flexibilidad en los horarios de trabajo aparecen con una alta valoración en el discurso de los entrevistados.
El estudio ha sido dirigido por la directora de Investigación y Estudios de Acción Familiar, María Teresa López López, a través de la Cátedra Extraordinaria de Políticas de Familia Acción Familiar-Universidad Complutense. Se han realizado 600 encuestas y 16 entrevistas en profundidad llevadas a cabo por la consultora GAD3.
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