En este asunto, la polémica estaba servida. Desde los partidos de la oposición han criticado durante toda la semana esta subida y han recordado tanto al PSOE como a Unidas Podemos que durante su mandato se produzcan estos picos en la factura cuando eran ellos los que más denunciaban las subidas cuando no estaban en el gobierno. Ante esta situación, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha pedido a la Comisión Nacional del Mercados y Competencias (CNMV) "que investigue si ha habido irregularidades en el mercado".
Sin embargo, desde el ala socialista, la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, argumentó que se trataba de un episodio «coyuntural» y que tiene un impacto «limitado» en el recibo de la luz. Aún así, desde el Partido Popular han pedido la comparecencia de Ribera en el Congreso de los Diputados para que explique las razones de esta "espectacular incremento" en el precio de la luz.
El recibo de la electricidad de un consumidor medio ha alcanzado los 39,40 euros en la primera quincena del mes de enero, lo que supone un coste un 30% superior al del mismo periodo del año pasado, cuando el recibo fue de 30,30 euros.
Según el simulador de la factura de la electricidad de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con respecto al pasado mes de diciembre el recibo experimenta también una subida importante, del entorno del 28%, puesto que el pasado mes un consumidor medio pagó 30,75 euros en estos primeros días.
De hecho, el precio marcado en estas primeras semanas de enero de 2021 es el mayor desde que en 2015 se empezara a utilizar este sistema para fijar el precio de la electricidad. Hasta ahora el precio más alto en el inicio del año era el de 2017, cuando en estos 15 días alcanzó los 37,39 euros, un 5% inferior al de este año.
Los principales factores que explican este fuerte incremento del precio de producción de la electricidad, que supone un tercio de la factura, son la fuerte subida del precio del gas, que marca el precio al ser la tecnología más cara, y el aumento de la demanda producido por la ola de frío que ha vivido el país en estas semanas.
A ello, se suma una menor aportación de las renovables, debido a la situación anticiclónica que provoca baja eolicidad y a la menor producción solar propia de estas fechas, y el incremento de la cotización de los derechos de emisión de CO2, que están registrando precios máximos históricos, y son adquiridos por las centrales térmicas para poder producir
De esta manera, en términos mensuales el recibo sigue al alza como viene haciendo desde noviembre, tras la caída experimentada en octubre que rompió con los ascensos de septiembre, agosto, julio, junio y mayo, que llegaron tras los descensos de abril, marzo y febrero, tras subir en enero de 2020 más de un 5%.
En cuanto a la evolución del coste de la electricidad con respecto al año pasado, la subida de enero sigue a la de diciembre, que acabó con 19 meses de descensos tras subir por última vez en abril y marzo de 2019.
Dicha evolución del precio de la luz se corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh).
Estas oscilaciones en el precio de la electricidad se producen básicamente por las variaciones en el coste de producción, que se incrementa cuando hay poca aportación de fuentes de generación renovable como el agua y el viento y mucha de fuentes fósiles más caras, especialmente el gas o el carbón. También se ve afectado por otros factores como el precio del petróleo.
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