Así lo han confirmado fuentes regionales, las cuales han subrayado que el acceso de enfermos a este tipo de alojamiento vip -que contarán con casi un centenar de camas- se regirá por criterios de consanguinidad y núcleos familiares. “El fin del uso de estas zonas es proporcionar a los enfermos cierta intimidad familiar”, ha explicado a este diario, añadiendo además que “no será criterio indispensable que sean seis los convivientes contagiados, si se da el caso de que se trata de una pareja estable también se podrá hacer uso de una suite”.
Estas habitaciones de alta gama, un total de 16, contarán en la zona habilitada como salón con televisor, sofá, una mesa de comedor y sillas, de forma que los pacientes podrán comenzar a realizar un día a día más “cotidiano”, como han explicado fuentes regionales, antes de volver a sus hogares una vez superada la enfermedad. “Se trata de mantener juntos a los miembros de una familia que hayan sido ingresados hasta que la recuperación de todos ellos sea plena, de manera que ninguno de ellos quede solo pero manteniendo todas las medidas de seguridad”, han indicado.
Estas 16 suites, cuyas camas sumarán 96, están siendo habilitadas en el pabellón 4 del complejo hospitalario, aún en proceso de acondicionar. De esta forma, se diferenciarán los espacios destinados a los pacientes ingresados “de manera individual” a los grupos familiares o consanguineos que sean derivados al Zendal. Sin embargo, el alojamiento en dichas suites “no supondrá en ningún caso un trato sanitario diferente al del resto, puesto que la labor de nuestros sanitarios será igual de profesional con unos que con otros”, indican. “La diferencia se rige únicamente en criterios de humanidad, de permitir a las familias enfermas pasar el máximo tiempo juntos en un ambiente algo más privado”, inciden.
Asimismo, señalan que “el uso de la televisión, por ejemplo, no será gratuito, como ocurre en el resto de hospitales de la región. Habrá una serie de máquinas habilitadas para la carga de tarjetas monedero con tarifas diferenciadas para los días que se prevea que van a permanecer ingresados”. De la misma manera, indican que tanto la ropa de cama como el resto de vestimenta hospitalaria de los pacientes será la misma, aunque sí afirman que “se está estudiando la posibilidad de que se puedan usar sus propios enseres, siempre después de una exhaustiva desinfección de los mismos”.
En cualquier caso, esta zonas habitacionales no contarán con camas para UCIs, pues los pacientes que accedan a ellas deberán tener un pronóstico favorable y permanecer en el nivel más bajo de riesgo del protocolo interno de funcionamiento del Zendal, que distingue por estadios y pronósticos a los pacientes. En un principio el Hospital Enfermera Isabel Zendal contemplaba atender a los pacientes de nivel 4, los enfermos más leves, pero desde hace unas semanas el protocolo de atención también cuenta con los afectados de nivel 2, es decir, aquellos “candidatos a ingresar en UCI si presenta mala evolución”.
Sobre si este hecho supone una reducción de las camas de UCIs disponibles en el complejo hospitalario o una redistribución en los espacios de las que en un principio podía situarse en la ahora zona vip, Madridiario no ha obtenido respuesta por el momento. Del mismo modo, este diario tampoco ha recibido respuestas sobre el personal sanitario encargado de este área, desconociéndose por el momento el tipo y número de profesionales que serán derivados a la atención de la zona vip.
1.008 camas en 40.000 metros
Tal y como se ha indicado desde el Gobierno regional desde el inicio del proyecto, el Hospital Enfermera Isabel Zendal cuenta con más de 1.008 camas de hospitalización y 48 camas para UCIs -16 de cuidados intensivos y 32 de cuidados intermedios- repartidas en 40.000 metros cuadrados -6.800 de centrales de instalación bajo rasante y que conectan todos los edificios del nuevo hospital y el Instituto de Medicina Legal.
Además, cuenta con un edificio de usos múltiples sanitarios que ubica centros coordinadores del Servicio Madrileño de Salud y del SUMMA 112, así como el Laboratorio Regional de Salud Pública. Todo ello siguiendo un patrón con circulaciones diferenciadas para evitar riesgo de contagios y garantizar la seguridad de los profesionales sanitarios, lo que permite al Servicio Madrileño de Salud estar preparado para afrontar cualquier tipo de epidemia, emergencia o catástrofe, que pueda surgir en un futuro en cualquier parte del país.
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