ULTIMAS NOTICIAS

.

La doble L: lujo y logística en el cinturón industrial del Corredor del Henares

Hubo un tiempo en que la base aérea de Torrejón fue una de las principales industrias de este municipio madrileño. Cuando los americanos la abandonaron en 1992, su impacto económico se medía en unos 20.500 millones de pesetas al año (123 millones de euros). Su marcha liberó suelo con el que la ciudad podía reinventarse, y a las puertas llamaba ya el despertar de la logística. Las naves industriales comenzaron a colorear el paisaje del Corredor del Henares, ubicado a las puertas de la capital e hilvanado con Barcelona y Francia por la Autovía A2 en el escenario de la nueva Europa unida.



A día de hoy, esta región acapara buena parte de la contratación de suelo logístico en la Comunidad de Madrid. Concretamente, el 58% de las operaciones que se registraron en el tercer trimestre de 2018, con 13 contrataciones y más de 107.000 metros cuadrados, según el último informe de la consultora Savills Aguirre Newman. «La logística es la principal actividad económica en el Corredor del Henares, y todas las poblaciones próximas a la A-2 se han visto beneficiadas por el dinamismo de este sector, que no para de crecer, y se ha convertido en un pilar fundamental para la economía», argumenta Pere Morcillo, director de Industrial y Logístico de JLL.


DISPONIBILIDAD DE TERRENOS

Bien es cierto que Torrejón de Ardoz (adscrito en la segunda corona de Madrid), ha tardado en desperezarse en este terreno frente a la mayor proximidad de San Fernando de Henares a la capital, las infraestructuras aeroportuarias de Coslada o la mayor tradición de Alcalá de Henares. También por problemas de disponibilidad de terrenos: «Existen bolsas de suelo para el futuro, todavía con gestión a medio plazo, mientras que, por ejemplo, en San Fernando se han desarrollado nuevos polígonos para dar salida a la demanda», argumenta Morcillo.

Sin embargo, esa circunstancia ha comenzado a cambiar y, en los últimos años, Torrejón ha visto nacer proyectos como el Polígono Los Almendros, que acaba de quedar desbloqueado tras la compra 37.818 metros cuadrados por parte de AEW; y el Polígono Casablanca, abierto de par en par a la A2 y que todos los expertos consultados definen como un gran acierto.

«Ya se encuentra casi al 100% de su ocupación a falta de una nueva nave de 15.000 m2 recién construida, propiedad de ICC, convirtiéndolo en un polígono totalmente consolidado con empresas de primer nivel como son Carrefour, Grupo Miquel, H&M, Stef, Arvato, Leche Pascual», expone Rosa Suriol, directora de Research de Knight Frank, que recuerda que Torrejón «posee actualmente más de un 10% de su suelo destinado a áreas económicas industriales» y que tiene ante sí el desafío de volver a convertirse en «ciudad motor de la industria madrileña».

CONSUMO EXPERIENCIAL

Sin embargo, cuando todos los mimbres parecen puestos para que se produzca el boom logístico en la ciudad, otro acontecimiento amenaza con volver a dar un golpe de timón en su alma y su destino: la apertura de Open Sky, el nuevo mastodonte del ocio y el consumo experiencial que dará sus primeros pasos en los próximos meses: 91.600 metros cuadrados, capacidad para 3.500 vehículos, 115 locales, un lago navegable de 12.500 metros cuadrados con su propio embarcadero, un outlet de unos 22.000 metros cuadrados, un auditorio para conciertos... La lista de atractivos es grande, y también la expectación despertada.

«Mi socio y yo discrepamos sobre la fecha de apertura. Yo apuesto por el otoño, pero él cree que la Navidad es un desafío demasiado grande para un centro comercial de esas dimensiones y después enero sería un mes muy flojo, así que es más partidario de abrir en primavera», revela Raphaël Martin, director general de Compagnie de Phalsbourg, la promotora de Open Sky.

Si el boom de la logística llega de la mano del éxito de Amazon y el e-commerce, este nuevo centro comercial se sustenta sobre las experiencias de calidad, el cuidado diseño de los espacios físicos y el consumo presencial. Características que parecen apuntar hacia el lujo, una etiqueta de la que no duda en desembarazarse Martin.

«Nosotros no hacemos centros comerciales de lujo en un sentido excluyente, lo que nos gusta es poner las mejores vivencias incluso al alcance de los más humildes, por eso cuidamos mucho la jardinería y la arquitectura, ofrecemos ocio gratis...», afirma. Ejemplo de esa paradoja, una vez al año habrá conciertos de ópera en su auditorio al aire libre.

'EFECTO HALO'

¿Pero es posible encajar ese tipo de espacios en una ciudad consagrada también a la logística? «Son dos modelos opuestos, pero totalmente complementarios, que se retroalimentan mutuamente mediante el efecto halo», responde Suriol, que cita un estudio del Consejo Internacional de Centros Comerciales en el que se demuestra que «la apertura de una tienda física incrementa de media un 25% el tráfico online del retailer y su cuota de tráfico web en ese mercado».

A juicio de Suriol, Open Sky «será un gran reclamo para el desarrollo a todos los niveles del área, tanto en el residencial como comercial». Una apuesta por el «lujo experiencial» que atrae especialmente a «un público joven que busca las últimas tendencias y demanda un entorno con todos los servicios». Traducido en inmobiliario: «Viviendas a estrenar, con buenas calidades, piscina, zonas verdes, dos plazas de garaje y dos o tres dormitorios, además de espacios al aire libre y seguridad y vigilancia».
Google Plus

SFH NEWS TV

    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios:

Publicar un comentario

About