La contaminación por ozono troposférico se redujo un 27% en la Comunidad de Madrid de enero a septiembre de 2020, según el informe elaborado por Ecologistas en Acción, que explica que esta caída se debe a la reducción de la movilidad por la crisis de la Covid-19.
El informe analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2020 en 483 estaciones oficiales de medición de ozono repartidas por todo el territorio español, entre ellas 38 situadas en la Comunidad de Madrid.
No obstante, señalan en un comunicado que los 6,7 millones de habitantes de la Comunidad de Madrid han seguido respirando aire contaminado por ozono durante el verano de 2020 mientras en "la Comunidad de Madrid siguen sin adoptar medidas eficaces sobre el transporte y la industria que eviten los episodios puntuales y reduzcan los elevados niveles de fondo".
En lo que respecta a la Comunidad de Madrid, entre sus principales conclusiones, destacan que el ozono troposférico sigue siendo el contaminante atmosférico que, año tras año, afecta a más población y territorio.
"Durante 2020 sus niveles se han reducido de forma importante, interrumpiendo la tendencia estacionaria o al alza de los últimos ejercicios como consecuencia de la drástica disminución de las emisiones de sus contaminantes precursores en la industria y en el transporte por efecto de la crisis de la Covid", han indicado en Ecologistas.
Si se considera el valor objetivo establecido por la normativa, "más laxo que la recomendación de la OMS", la población que ha respirado aire contaminado por encima del estándar legal es de 3,3 millones de personas, indica el informe de Ecologistas.
Afecta a todas las zonas salvo la Cuenca del Alberche y la ciudad de Madrid. 26 estaciones de medición de todas las zonas de la Comunidad han incumplido el objetivo legal en el trienio 2018-2020.
Arturo Soria, Escuelas Aguirre y Plaza del Carmen
La mejoría de la situación ha sido en especial relevante en la Cuenca del Tajuña, con una reducción del número de días con mala calidad del aire del 46%. De manera puntual, el ozono ha aumentado en algunas estaciones urbanas orientadas al tráfico de Madrid capital (Arturo Soria, Escuelas Aguirre y Plaza del Carmen), precisamente por el menor tráfico.
Donde resulta más llamativo el efecto del estado de alarma es en la drástica reducción de las superaciones del umbral de información a la población, con una única notificada en la estación de Alcalá de Henares durante el episodio de alta contaminación del 23 de julio, frente a las 62 superaciones del año pasado, las 324 de 2015 o incluso las 19 superaciones de 2012, año que hasta el actual era el que había registrado los niveles de ozono más bajos.
En Ecologistas remarcan que la contaminación por ozono "debe abordarse como un problema sanitario de primer orden" porque "según la Agencia Europea de Medio Ambiente, causa cada año entre 1.500 y 1.800 muertes en el Estado español". Las personas más afectadas son niñas y niños, personas mayores, mujeres embarazadas y quienes padecen enfermedades cardiorrespiratorias crónicas.
El coste sanitario y laboral de la contaminación por ozono fue de 5.000 millones de euros en 2013, ha indicado la entidad verde, un 0,33 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.
Lamentan que "Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid sigan sin contar con protocolos de actuación frente a las puntas de contaminación por ozono, que contemplan medidas de limitación del tráfico en episodios de elevada contaminación".
Las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son "la disminución del tráfico motorizado, la adopción de las mejores técnicas industriales disponibles, la sustitución de los disolventes orgánicos por agua, el ahorro y la eficiencia energética y el apoyo a las energías renovables". También consideran necesario penalizar a los vehículos diésel y una moratoria para las grandes explotaciones ganaderas intensivas.
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