Esta semana hemos
conocido de un vertido de mascarillas en un camino junto al río Jarama que soporta basura desde
hace quince años, también la celebración de una jornada de recogida por los
vecinos de basuraleza junto al río Jarama y otra que se ha anunciado para limpiar
el Paseo de los Chopos el próximo día 19 de septiembre y es que el lugar por
donde más de 5000 vecinos pasean los fines de semana no está limpio, y ahora
conocemos la relación de la reina Letizia, el disfraz de Espinete y el Real
Sitio de San Fernando de Henares, por este articulo de El confidencial.
Los almacenes en los que se guardaba el vestuario que la mujer de Felipe VI utilizó presentando el 'Telediario' y el disfraz del mítico erizo de 'Barrio Sésamo' compartieron el mismo destino
Han pasado más de dos años desde que una noticia sorprendió a los trabajadores
de Televisión Española (y a los rastreadores de nostalgia televisiva). La reina Letizia y el mítico Espinete
compartieron titulares y, no, no es que el mundo descubriese de repente que la
mujer de Felipe VI era una fan acérrima de 'Barrio Sésamo' (aunque teniendo en cuenta su edad, podría
haber sido una de esas niñas que en los 80 se sentaban frente a la tele,
bocadillo de Nocilla en mano, para ver el programa). Tampoco es que doña
Letizia hubiese hecho algún guiño al erizo rosa en uno de sus calculados
estilismos.
Lo que la Reina y el amigo de los niños comparten no es otra cosa que el amianto.
Lo que la Reina y el amigo de los niños comparten no es otra cosa que el amianto.
Recordemos la historia: en abril de 2018, el disfraz
de Espinete que cada día se calzaba la actriz Chelo Vivares en los 80 y los
trajes de aquella presentadora del Telediario llamada Letizia Ortiz compartían
el mismo lugar.
Ambos permanecían amontonados entre otros artículos
históricos de la pública en los estudios 10 y 11 de Prado del Rey. Hasta allí
habían ido a parar no solo los vestidos de la hoy Reina de España (todo el
vestuario que se almacenaba en esas naves gigantescas estaba valorado
en unos 4 millones de euros).
La dejadez o el descuido a la hora de preservar el patrimonio
catódico de nuestro país provocaron un rápido desgaste del mismo. En ese mes de
abril, los trabajadores de Televisión Española recibieron un aviso definitivo:
aquellos platós estaban contaminados por amianto.
Entonces se puso en marcha un dispositivo digno de una película; una chapucera operación militar. A los obreros se les dio un par de horas para rescatar las 50.000 piezas que se guardaban en esos almacenes antes de que fuesen destruidos. El escaso tiempo con el que contaban hizo que gran parte del vestuario se quedase allí y acabase reducido a cenizas, como las propias naves. El material se consideró "contaminado y no recuperable", dado que la fibrosidad del vestuario no garantizaba que las fibras de amianto se limpiaran adecuadamente.
Entonces se puso en marcha un dispositivo digno de una película; una chapucera operación militar. A los obreros se les dio un par de horas para rescatar las 50.000 piezas que se guardaban en esos almacenes antes de que fuesen destruidos. El escaso tiempo con el que contaban hizo que gran parte del vestuario se quedase allí y acabase reducido a cenizas, como las propias naves. El material se consideró "contaminado y no recuperable", dado que la fibrosidad del vestuario no garantizaba que las fibras de amianto se limpiaran adecuadamente.
Fue entonces cuando comenzó un misterio que sigue a día de hoy:
¿los trajes de doña Letizia y el mítico disfraz de Espinete se destruyeron o
alguien los rescató antes de que fuese demasiado tarde? Hoy por hoy, segun
confirman fuentes cercanas a la pública a este medio, siguen en paradero
desconocido. Aquella historia ha caído en el olvido apenas dos años después.
Supuestamente, todo lo que ese día se destruyó acabó en el vertedero de San Fernando de Henares. Esa es, al menos, la versión oficiosa del asunto. Sin embargo, varios trabajadores de la pública juraron y perjuraron que no habían visto salir un número tan grande de camiones cargados de residuos contaminados. ¿Quién se los había llevado? Además, Televisión Española tampoco hizo demasiado por clarificar la noticia. Los desechos se encontraban, supuestamente, encapsulados en el vertedero, por lo que analizar su contenido resultó del todo imposible. La noticia llegó a hacer tanto ruido que la corporación abrió una investigación en el Consejo de Administración de la pública. El sindicato CCOO de RTVE denunció la "pérdida millonaria y de memoria colectiva" que supuso la desaparición del vestuario. También señalaron que la cadena pública lo había hecho desaparecer sin previo aviso y sin especificar su paradero.
Pese a todo,
hubo algún titular divertido que localizó para los nostálgicos el pestilente lugar donde se
encontraba 'la tumba de Espinete'. Dos años después, el misterio sigue sin resolver. La
crisis del coronavirus y los desvaríos de la monarquía española (con don Juan
Carlos de protagonista estelar) hacen poco probable que alguien se ponga a
investigar dónde están los vestidos de aquella joven pizpireta llamada Letizia
Ortiz. Lo más probable es que se hayan perdido para siempre; que yazcan en
paradero desconocido junto al erizo amigo de Don Pimpón. Y, hablando en plata,
tanto esos vestidos como el disfraz que alegró las tardes de la generación EGB
merecían un lugar mejor; un espacio donde todos pudiésemos admirarlos.
El Real Sitio de San Fernando de Henares se
presenta como candidato para instalar un museo dedicado a Espinete y su barrio
Sésamo, en un lugar muy Real.
Ojalá nuestras administraciones se preocupen
del río Jarama como ya se hizo con el río Manzanares y lo limpien junto a sus
márgenes.
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