Inauguración de la primera plaza de toros de la Puerta de Alcalá financiada por Fernando VI
La mañana del 3 de julio de 1749 inauguró oficialmente la primera plaza de toros de Madrid destinada exclusivamente a la tradición taurina. José Leguregui ‘el Pamplonés’, Juan Esteller ‘el Valenciano’ y Antón Martínez fueron los primeros diestros en disfrutar de la plaza, capaz de alojar hasta 12.000 espectadores.
Anterior a esta construcción estos festejos se celebraban en general en las plazas de las ciudades o pueblos, como ocurría en Madrid, donde la Plaza Mayor albergó numerosas corridas. Aun así, antes de que Fernando VI decidiera iniciar la construcción de la Plaza de Alcalá ya se instalaban plazas móviles, normalmente de madera. La antecesora a la de la Puerta de Alcalá fue la plaza provisional de Casa Puerta, situada junto al río Manzanares. Esta instalación tenía una capacidad de hasta 10.900 espectadores.
El problema con estas instalaciones temporales era su mala organización y estabilidad, lo que aglutinaba muchas personas bajo condiciones precarias, ocasionando frecuentes accidentes. 1937 fue el año en el que se inició la construcción de la nueva plaza, situada entre las calles Claudio Coello y Conde Aranda, bajo orden del rey Fernando VI, quien concedió en 1754 la propiedad, administración y arrendamiento de esta construcción al Hospital General y de la Pasión, para beneficiar a los enfermos sin recursos. Los precios, como en la actualidad, variaban en función de la localización del asiento, llegando a valer las localidades mas costosas de “barandilla y tabloncillo de grada cubierta de sombra” hasta 22 reales, según informa la Comunidad de Madrid en su portal web. A su vez los asientos más baratos situados en el tendido de sol por la mañana tenían un coste de tan solo 2 reales.
La nueva plaza fue construida a partir de los diseños de Juan Bautista Sachetti, por Ventura Rodríguez y Fernando Moradillo. Ésta albergó numerosos festejos taurinos, hasta su demolición en 1870. El derribo del lugar fue necesario para implantar el plan urbanístico que daría lugar al ahora conocido Barrio de Salamanca de Madrid. Así, se construyó la Plaza de Toros de Goya, inaugurada en 1874 que sería la plaza de Madrid hasta ser sustituida por Las Ventas, plaza que se conserva hasta la actualidad. En el recorrido histórico de las plazas de toros de Madrid se puede observar como la afición por esta tradición va aumentando entre la población, como explica el portal web de la Comunidad de Madrid. Es por ello, que progresivamente las plazas o lugares donde se celebraban estos festejos fueron necesitando cada vez mayor capacidad para recoger a un mayor numero de espectadores, llegando Las ventas a albergar hasta 23.000 espectadores.
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