Entrevista: Voz de Galicia
Aquí en Madrid la perspectiva es muy diferente a la que se vive en A Mariña Lucense, es patente que la situación ha sido mucho peor en cifras y la situación sanitaria ha sido bastante más complicada.
Pero si hablamos de miedo, de respeto a la enfermedad y de medidas de confinamiento o de protección, todo cambia, seguramente las sensaciones que han recorrido el cuerpo de la población sean muy similares. Es muy probable que en A Mariña Lucense las cosas mejoren más rápido que en Madrid, lo que me alegra mucho, ya que residen ahí gran parte de mis seres más queridos.
«En Madrid la perspectiva es muy diferente a la que se vive en A Mariña Lucense, es patente que la situación ha sido mucho peor en cifras y sanitaria»
Por lo que vamos viviendo, la situación en Madrid ha mejorado bastante, ya hemos visto como han desalojado el hospital de campaña de IFEMA o en carnes propias acudimos al cierre de muchas unidades covid en los hospitales, todavía quedan casos en nuestro hospital como es obvio, pero ahora mismo ya no hay esa saturación de no hace mucho tiempo.
Las sensaciones son variopintas, por un lado, estamos felices de que se haya cerrado nuestra unidad, hemos trasladado a los últimos pacientes a otras unidades covid del hospital (todavía quedan dos) y suponemos que este cierre temporal tiene el fin de volver a recibir a pacientes de oncohematología de nuevo, pero no sabemos todavía a ciencia cierta si llegará una segunda oleada que nos vuelva a nombrar como «planta COVID».
Esperemos que no. Está claro que la salida a la calle de la gente, va a traer consigo nuevos casos, pero deseamos con todas nuestras fuerzas que sea sostenible por el sistema sanitario sin colapsarse de nuevo. Son muy buenas noticias que el confinamiento haya tenido los resultados esperados y nos alegra dar portazo (al menos de momento) a esa situación. Todos hemos puesto mucho empeño en que esto sea así.
Trabajo en equipo
Pero por otro lado, y paradójicamente, nos da mucha pena cerrar esta etapa, puede resultar curioso, pero a pesar de los malos momentos vividos, ya que ha sido un periodo muy intenso, y que probablemente nos dejará marcados para siempre, ha habido también cosas buenas. Ha venido gente nueva a la unidad para reforzar, y han sido un soplo de aire fresco en medio del caos. Además hemos trabajado más que nunca en equipo y apoyándonos muchísimo, y a pesar de lo malo de las circunstancias, hemos creado una pequeña gran familia. Eso tampoco lo olvidaremos.
En cualquier caso, nosotras no dejamos de trabajar con pacientes covid, pasamos a apoyar las otras unidades que siguen con casos. Se han hecho muchas cosas mal, ahora empieza el tiempo de reflexión por parte de todos, pero con el fin de mejorar y que nos sirva de aprendizaje. Nadie estaba preparado para una situación como esta. Al menos a mí, me ha faltado respaldo y protección institucional, y a día de hoy, así lo sigo sintiendo. Pero no nos ha faltado el apoyo de la población, eso lo hemos sentido siempre y estamos muy agradecidos por ello, habéis aguantado estoicamente la situación que nos ha sobrevenido.
No todo ha acabado, ahora que se va a ir desescalando el confinamiento, vuelve a estar sobretodo en vuestras manos lo que ocurra. Con todo el cariño pedimos que os cuidéis mucho, que tengáis mucha precaución y actuéis con prudencia. Y que no penséis solo en vosotros, sino también en los demás. En esto vamos todos a una, somos todos eslabones de la misma cadena, que no puede romperse, sólo así, saldremos adelante... ¡Mucha fuerza, y ánimo!
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