La Comunidad de Madrid llega a un acuerdo para sustituir las comidas de Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes y ofrecer la recogida en colegios públicos
Arroz a la cubana, pollo con salsa de champiñón, merluza en salsa, tortilla de patata o lentejas sustituirán a las pizzas, los nuggets, los rollitos de jamón y queso o los sandwiches de diferentes sabores. La Comunidad de Madrid ha cerrado este jueves el acuerdo con las empresas de catering de los colegios que sustituirán a los menús de Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes y que empezarán a dar servicio a los menores cuyas familias reciben la Renta Mínima de Inserción (RMI) el próximo lunes. Las conversaciones entre la Federación Food Service, que engloba a todas a las compañías de catering, y la Administración han durado exactamente una semana, lo justo para cerrar los flecos del cómo, cuándo y quiénes van a recibir el servicio. Porque hay una novedad en esta segunda tanda de entregas de menús: en lugar de los 11.500 menores que estaban en la lista, ahora serán a partir del lunes 8.107.
El acuerdo contempla la entrega de los menús a través de 162 puntos de distribución que se van a habilitar en colegios públicos que se abrirán con carácter administrativo. Este método va a permitir llegar con mayor eficacia a diferentes rincones, como la sierra madrileña, y pone a trabajar a 12 empresas de restauración colectiva. “Se va a poder sacar cómo mínimo a 162 personas del ERTE, que estarán en esos puntos, además de personal de cocina y a nuestros proveedores. Estamos felices”, ha avanzado María López, directora corporativa de servicios jurídicos y relaciones institucionales de Ausolan, del grupo Mondragón, una de las empresas de catering que elabora normalmente menús en centros educativos y una de las personas que ha estado presente en las negociaciones con la Comunidad.
Nosotros hicimos entonces una propuesta en la que pusimos 60 puntos de distribución, pero si nos hubieran dicho que tenían que ser 162 como ahora lo habríamos hecho igualmente
El servicio comenzará el próximo lunes y se prolongará, al menos, hasta el 19 de junio, desarrollando una programación de menús que asegurará la composición, variedad y características de equilibrio que recibían habitualmente los escolares durante el curso regular. “Ofreceremos un 90% de menús basales y un 10% multialergénicos”, ha recalcado López.
¿Qué ha cambiado para que ahora las empresas de catering sí puedan dar el servicio? “Nada”, ha zanjado. “Nosotros hicimos entonces una propuesta en la que pusimos 60 puntos de distribución, pero si nos hubieran dicho que tenían que ser 162 como ahora lo habríamos hecho igualmente. Lo hacemos ahora igual que lo podíamos haber hecho antes”, ha asegurado.
Las buenas noticias han llegado este jueves a mediodía a través del correo electrónico que han recibido varias empresas. Era el principio de un acuerdo. Tenían que responder si podían realizar el trabajo, es decir, la elaboración de menús por lotes. Por ejemplo, Comedores Blanco, una empresa mediana de unos 1.000 trabajadores, elaborará el menú para 600 comensales. Gastronómics, tendrá otro lote de 500 menús. Y así una a una hasta llegar a las 12 empresas, cada una con un lote similar para llegar a los 8.107 de la lista de menores vulnerables.
No había mucho tiempo de margen. El lunes estaba a la vuelta de la esquina. Cada empresa debía empezar a organizarse. Entre las condiciones que debían contemplar estaba la de la entrega de los menús en puntos determinados. Comedores Blanco lo tendrá algo más fácil que Gastronómics, por ejemplo, ya que la primera empresa entregará los menús en dos puntos de la capital (dos colegios) y la segunda tendrá que desplazarse a 18 del norte de Madrid. En Buitrago de Lozoya, por ejemplo, solo hay un comensal con la beca comedor. “Pero no nos ha importado”, explicaba López. “Cualquier niño que tuviera la necesidad estábamos dispuestos a solventar cualquier escollo para que le llegara el menú”. Cada empresa se ha puesto manos a la obra y, por tanto, no ha habido problemas. “La Comunidad es quien establece al final qué empresas hacen el servicio, pero nosotros como federación hemos puesto sobre la mesa y hemos solicitado que se tuvieran en cuenta dos criterios: el de cercanía de la mesa central y que la distribución de lotes entre las empresas fuera lo más equilibrada posible”. A última hora de este jueves se ha llegado a un acuerdo.
Se pone así punto y final a una de las polémicas que ha protagonizado el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso por la alimentación de los menores. La presión social, política y mediática consiguió que la presidenta anunciara el jueves pasado que este lunes volverían los menús saludables. Tan solo unos días antes, el Gobierno de madrileño había anunciado que ampliaría los contratos con las empresas de comida rápida hasta final de curso escolar.
Para la Federación Food Service España y para la patronal de Madrid, Food Service Madrid, el acuerdo alcanzado con la Comunidad de Madrid supone recuperar una actividad, para un sector especializado en la prestación de este tipo de servicios, que cuenta con la homologación y las estructuras necesarias para cumplir con una programación de menús diseñados para asegurar el equilibrio y las características de seguridad y calidad que requieren los alumnos en edad escolar.
Javier Arenillas, secretario general de Food Service Madrid y Food Service España, ha declarado que “el acuerdo alcanzado supone recuperar la prestación de unos servicios especialmente sensibles, para un sector empresarial altamente especializado y con unos estándares de calidad a la altura de los más avanzados de Europa. Somos conscientes de la excepcionalidad del momento y de las decisiones adoptadas y, por eso, agradecemos a la Comunidad de Madrid y a las empresas que han facilitado este regreso a una mayor normalidad que va a beneficiar a un colectivo que realmente lo necesita”.
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