La Corporación municipal ha aprobado en la última sesión extraordinaria seis actas de plenos celebrados con anterioridad, las relativas al 27 de octubre, 21 de noviembre, 11 de diciembre, 19 de diciembre y 30 de diciembre de 2019 y la del 23 de enero de 2020, aún falta el acta del 20 de febrero y obviamente la del 7 de mayo de este año.
El secretario no puede trascribir al Libro de Actas del Ayuntamiento hasta que estas actas no hayan sido aprobadas por el pleno, y se da una circunstancia muy especial, los acuerdos no son válidos hasta que no estén en el Libro de Actas.
Esto significa, que nada de lo aprobado en el pleno desde el 19 de septiembre de 2019 es válido. obviamente nadie va a reclamar, pero estarían en su derecho al no estar debidamente registrados y eso afecta a acuerdos tan importantes como las ordenanzas.
En una comunidad de propietarios la ley otorga diez días para redactar las actas, en un Consejo de Administración, el plazo es de un mes y en las Entidades locales, la ley no establece plazo, es algo que no resulta muy coherente.
El Consistorio ha hecho un esfuerzo al aprobar estas seis actas, pero se da una circunstancia muy particular y es que no están aprobadas las actas de las sesiones plenarias desde el pleno del 18 de mayo de 2017 hasta el 15 de junio de 2019. Los vecinos pensarán que ellos pagan sus impuestos para que las actas estén aprobadas, trascritas y publicadas.
Una situación que plantea una dudosa garantía jurídica a algunas de las decisiones adoptadas por el pleno, entre ellas las del funcionamiento de la Comisión de acuerdos plenarios que no podrá actuar sobre esos periodos al no estar aprobadas sus actas.
Los vecinos solicitan que se publiquen las actas aunque no estén aprobadas, indicando en ese caso, que están pendientes de aprobación.
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