Orpea San Fernando de Henares vacuna a sus residentes contra la gripe
La
vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus graves
complicaciones en las personas mayores
· Estos
centros también informan a sus profesionales sobre la necesidad de que se
vacunen, para evitar infectarse y contagiar a los mayores
En
otoño, las personas mayores tienen una cita sanitaria ineludible: la vacunación
frente a la gripe. Las sociedades médicas recomiendan la vacunación de las
personas mayores, preferentemente a partir de los 65 años, para prevenir esta
enfermedad infecciosa viral, así como sus consecuencias más graves: neumonías,
bronquitis, otitis y sinusitis. En ORPEA son conscientes de la importancia de
esta medida profiláctica. De hecho, su directora Sanitaria, Victoria Pérez,
asegura que “la vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus
graves complicaciones, así como para evitar contagios”. Por ello, sus centros
se suman a la campaña anual de vacunación promovida por la Administración
Pública y se encargan de informar a la persona mayor y sus familiares, de
gestionar las vacunas y de suministrárselas a los usuarios en la propia
residencia, ahorrándole el que tengan que trasladarse hasta su centro de salud
para realizar este trámite. “De este modo, además, conseguimos que aumente la
cobertura de vacunación entre los residentes, protegiéndolos de manera personal
y comunitaria”, sostiene la doctora Victoria Pérez.
Esta
afección respiratoria aguda puede provocar fiebre de hasta 39 ºC, escalofríos,
dolor de cabeza, dolores musculares, estornudos, tos intensa y persistente,
moqueo, lagrimeo y faringitis leve durante, aproximadamente, siete días. Aunque
estos síntomas no resultan problemáticos en primera instancia, en las personas
mayores se debe extremar el cuidado para que no surjan complicaciones, ya que, por
regla general, su sistema inmune está
más debilitado. Además, también puede poner en riesgo sus vidas si no se
protegen correctamente.
¿Cuándo deben vacunarse?
La
campaña de vacunación comienza a finales de octubre y se extiende durante todo
el mes de noviembre. Se suele realizar antes de que bajen drásticamente las
temperaturas, porque es entonces cuando existe mayor riesgo de contraer la
gripe y contagiarse. Además, se tiene en cuenta que la inmunidad frente al
virus tarda en desarrollarse unas cuatro semanas.
Para
poder empezar con el proceso de vacunación de manera eficiente, ORPEA inicia en
septiembre las informaciones a los familiares y residentes sobre la
conveniencia de la vacunación para el bienestar de los mayores y obtener el
consentimiento de aquellos que estén interesados. Además, aprovechan para recordar que la
vacunación de los familiares es también una medida de protección de los
residentes.
La
vacuna de la gripe confiere inmunidad un máximo de 12 meses, por lo que es
preciso revacunarse cada año para reforzar las propias defensas y que se
adapten a las nuevas cepas circulantes.
A
partir de los 65 años, además de la vacunación para prevenir la gripe, también
se aconseja recibir la vacuna antineumocócica, que se administra una vez en la
vida, y que protege frente a la neumonía causada por la gripe.
Vacunación de los profesionales
La
vacuna de la gripe también está recomendada en aquellas personas que trabajan
en instituciones geriátricas, puesto que están en contacto con población
vulnerable. Por eso, ORPEA también informa a sus profesionales sobre la
necesidad de que se vacunen para evitar infectarse y contagiar a los
residentes.
Otras medidas para prevenir la
gripe
Los
virus de la gripe se transmiten generalmente mediante la inhalación de gotitas
de saliva infectada que se encuentran en el ambiente cuando estornudamos,
tosemos o al hablar. A pesar de ello, “el aire no es la principal vía de
contagio, más bien son las manos, debido a que el virus se propaga a través de
las superficies que toca una persona infectada con el virus”, indica la doctora
Victoria Pérez. Entre las medidas higiénicas para disminuir la transmisión,
esta especialista enumera las siguientes:
·
Lavarse
las manos con frecuencia y usar una solución hidroalcóholica después.
·
Taparse la boca y la nariz con un pañuelo de
papel al estornudar o toser y justo después tirar el pañuelo usado a la
basura.
·
No compartir toallas, pañuelos u otros objetos
personales que faciliten el contagio.
·
Evitar contagiar a otras personas siguiendo
los consejos de los profesionales sanitarios si se está enfermo. Se recomienda
no visitar a los familiares si está acatarrado.
·
Evitar los cambios bruscos de temperatura y la
permanencia en lugares donde haya mucha gente.
Evitar
los besos y contacto muy cercano, así como compartir vasos, cubiertos y otros
objetos que hayan podido estar en contacto con saliva o secreciones
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