Caravelí “el jardín del sur” es capital de la provincia del mismo nombre, ello en la región Arequipa. Como es tradición y año tras año brinda toros en honor a la santísima Virgen del Buen Paso para coronar sus festividades. Este hermoso paraje enmarcado de vergeles frutícolas destaca por su bien ganada fama de vinos y piscos, espirituoso este último que atrae parroquianos entre otras ávidos de toros.
He aquí una gran verdad; los toros en el Perú están contra las tablas resultado de una demanda mal habida ante el Tribunal Constitucional el cual deberá llegar a desenlace en las próximas semanas, verdad es que el Perú taurino ha salido a las calles –quedando la sensación que no es suficiente- en hechos que a estos tiempos ya no sorprenden; exigiendo libertad y derecho a la cultura. Tan verdad como que la letra Eñe la más castiza de la lengua castellana, el coso caravileño hoy se ha pronunciado y marcar una pauta. Caraveli ha exigido por su tradición, por libertad.
Hacen el paseíllo en la primera tarde los españoles Fernando Robleño y José Ramón García “Chechu” -ambos desmonterados- además del peruano Sebastián Vela. El minuto de silencio es para el desaparecido torero Richard Martínez, despejado el paseíllo matadores y cuadrillas incompletas –solo dos de subalternos- se suman a la marcha pacífica.
A los hechos…
Funge de director de lidia el madrileño Fernando Robleño frente al primer San Pedro, justo de presencia, negro mulato de pelos y no porta la divisa de la ganadería. Muestra sus credenciales con el capote el torero, tanteando. Gran cosa no hay. En varas la pelea es sin fijeza, una puya de Cahuantico.
- El segundo tercio es correcto. Dos pares clavados.
Tantea Fernando Robleño. Está por encima del astado y este acusa debilidad de remos. El torero plantea a media altura y poco claro el morlaco, lo va haciendo, lo hace. ¿Virtud?, ¿experiencia? mejor convengamos en oficio y del bueno. El de San pedro ha sido compuesto tras buena tanda, por naturales poco hubo, dejándolo en visto. Acorta las distancias y el morlaco que está en faena, labor con estructura y todo en medida, lo que el toro pedía. La estocada es entera y hace efecto más apuntillar resulta un calvario, hasta 3 subalternos lo intentaron o ¿era roma la puntilla? nada, puntillero de oficio nunca hubo. Todo esto enfrió al respetable y quedo en un gran silencio.
Se corre en 2° turno un jabonero claro, aunque terciado de buenas hechuras, tampoco porta la divisa. Trae bríos y “Chechu” que saluda por delantales. Mal picado, puya delantera y sin hacer la suerte, lo habitual; sin pelea franca.
- Gran par de garapullos dejo Santiago de la Rosa, ¿asomándose?
Los naturales han tenido sabor. Trae cosas el jabonero, pero sin llegar a romper –falta de casta-,José Ramón “Chechu” está a placer pero tampoco llega a romper la labor; siempre presto al lucimiento el coletudo. Aunque quizá el marrajo requería otro planteamiento –muleta poderosa- para terminar de romper, aquellas cosas que traía. El espada se ha adornado toda la faena, ¿atesora buen corte?, quizá… no caló totalmente la labor en los graderíos tal vez porque el coleta termino por aburrir al bicho, amén del planteamiento. Tal vez. Resuelve el último tercio tras estocada entera ligeramente desprendida. Oreja tras minúscula petición.
Corrido en 3° lugar hace el San Pedro de mayor presencia de la tarde, un galafate. Es melocotón de lámina y es otro que no porta la divisa de su casa. Abanto de salida y Sebastián Vela que saluda por larga cambiada, tantea el peruano para fijarlo pero el melocotón está muy caro. Breve puya para recordar el tercio de varas, pues tampoco hay materia para más.
- El Santi ha dejado un buen par de rehiletes para para beneplácito de sus seguidores y el de Santiago de la Rosa que no cuajó.
Inicio muletero par bajo, jadeado por la plaza. Cierto recorrido trae el galafate, con enganchones pero Vela se ha ganado la partitura. Tandas derechistas de menos a más, sin mayor profundidad pero alguna cadenciosa y el forzado de pecho es superior. El lado siniestro a media altura, no trae cosa buena y delata a Sebastián. El sanpedrano sacó fondo de nobleza y ha permitido al espada de Palcamayo gustarse por el derecho. Correspondido por la parroquia, desde luego. El colofón es por manoletinas, también correspondidas. Un pinchazo, aviso, media estocada con susto sin llegar a mayores, segundo aviso y un calvario de 7 descabellos, una lástima para una labor que merecía mejor final. Silencio.
Cierra plaza el 4° de San Pedro, al fin este porta la divisa ganadera. Castaño de lámina y la percha es anovillada. En varas pelea en el cuatralbo, aunque falto de fijeza, una puya.
- Buen tercio de banderillas, destaca el Santi nuevamente.
Muleta por bajo y genuflexo, es el inicio. Toro codicioso, corto recorrido, más si trae emoción, es la casta. Robleño hace de él por el derecho. Buena tanda al natural. Va quedándose corto el encastado y Fernando da faena en un palmo de albero. Estructurada y la labor no ha permito pestañear, toro y torero no se han dejado nada, tan cierta como la Eñe. El torero madrileño habitual en la plaza más importante del mundo y con lo más duro del campo español, este día a dado cuenta el porqué de ello. Hay leve petición de indulto, fuera de lugar, en tanto Fernando Robleño es buen profesional haciendo caso omiso para despachar de estocada ligeramente caída. Llega la primera peluda más la petición es mayor y cobra doble despojo de res.
Ficha del festejo:
Caravelí, lunes 04 de febrero del 2019, plaza de toros de Caravelí, 1° tarde en honor a la santísima Virgen del Buen Paso, tarde nublada y casi lleno en los tendidos. Se lidiaron 4 reses con el hierro de San Pedro de dispareja presentación con juego variado e interesante, destacando el corrido 4° por aquello que se adolece en estos días, casta. Desorejando por partida doble el madrileño Fernando Robleño para salir en volandas.
- Fernando Robleño (Primera comunión y oro con cabos en azabache): Silencio y dos orejas.
- José Ramón García “Chechu” (Grosella en azabache): Oreja.
- Sebastián Vela (Azul marino y oro): Silencio tras dos avisos.
Juez de plaza: Sr. Carlos Castillo; cumplidor.
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