El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, gestiona la cartera con más presupuesto de la Comunidad, 7.867 millones en 2018, y de la que depende una de las principales preocupaciones de los madrileños. Su objetivo es seguir reduciendo la lista de espera tanto en número de pacientes como en tiempo.
- La Comunidad de Madrid puso en marcha en 2015 un plan para reducir la lista de espera, pero aún hay 75.899 personas pendientes de una operación...
- Lo ideal sería no tener ningún paciente en lista de espera, pero no hay sistema sanitario a nivel europeo que no los tenga. Dicho esto, y comparándonos con otras comunidades, el plan está funcionando. Entre mayo de 2017 y mayo de 2018, hemos reducido en más de 3.000 el número global de personas en lista y hemos bajado la espera en tres días y medio (la media actual es de 47,37 días).
- ¿Cuál es el objetivo de reducción de aquí a final de legislatura?
- Nuestro objetivo es seguir optimizando los procesos y rentabilizando al máximo los quirófanos para que haya menos pacientes y tarden menos días.
- ¿La anulación el pasado mes de febrero por parte del Tribunal Supremo de los pactos de gestión para poder operar por las tardes va a lastrar ese proceso?
- Lo que venía a decir la sentencia es que si el Servicio Madrileño de Salud negociaba de manera global la reducción de la lista de espera con los pactos de gestión tendría que hacerlo en mesa sectorial, pero hablaba de la autonomía de gestión de los hospitales. En este caso lo que hemos hecho realmente es darles autonomía a los hospitales para que ellos hagan con sus profesionales sus propios pactos de gestión, aunque no se les puede llamar así, para gestionar esas listas de espera.
- Pero esta fórmula resta capacidad de control a la Consejería...
- Ahora mismo la aplicación de la lista de espera da una información prácticamente inmediata de cómo está por patologías, servicios... No se pierde el control, se refuerza una autonomía que ya tenían los gerentes, porque eran ellos los que negociaban con los equipos quirúrgicos.
- Una de las quejas más habituales de los pacientes es el tiempo que esperan para entrar en la consulta a pesar del servicio de cita previa.
- Depende de las épocas del año, con olas de calor o gripe siempre se produce un repunte. Pero es que es difícil de prever el tiempo que un médico de atención primaria tiene con sus pacientes. Los profesionales tampoco tienen tan claro que haya que dedicar los 10 minutos que se han reclamado históricamente. Hay pacientes que requieren dos o tres minutos y otros media hora. Ahí requiere una estrategia para saber cuáles son las prioridades en cada consulta. Somos conscientes de que es una de las preocupaciones.
- ¿Y no se podría ajustar mejor el tiempo que se necesita teniendo en cuenta la patología del paciente?
- Aquí hay que separar lo clínico de lo administrativo. Los médicos tienen que escribir mucho en el ordenador. Por ello en esta legislatura vamos a poner en marcha un proyecto piloto con algún programa de gestión de consulta donde incluso se graba la conversación con el paciente y se va estableciendo lo que es prioritario para ponerlo luego en la historia clínica. No es lógico que los médicos gasten mucho tiempo en escribir en la historia clínica. Eso va a ser el futuro inmediato.
- ¿Es el momento de impulsar la telemedicina?
- Estamos trabajando con la Agencia para la Administración Digital para seguir incorporando equipos de telemedicina. Ya tenemos experiencias de todo tipo que funcionan, como el servicio de teledermatología del Hospital de Villalba, donde el propio médico de atención primaria envía al especialista la foto de la lesión y en 24-48 horas se determina el seguimiento. La consulta telefónica y por videoconferencia es algo que vamos a empezar a incorporar incluso en escalones asistenciales como la atención primaria. Estamos valorando que también se puedan hacer consultas por correo electrónico.
- Después de años sin convocar oposiciones han anunciado de golpe la creación de 19.700 plazas...
- Entre febrero y mayo del año que viene se harán los exámenes para 13.322 plazas de enfermeros, auxiliares de enfermería, auxiliares administrativos, celadores, fisioterapeutas y matronas. Un total de 1.658 son de reposición y el resto de estabilización. Al año siguiente se seguirán convocando hasta alcanzar esas casi 20.000 plazas. Tenemos un índice de temporalidad rondando el 30% y el objetivo es alcanzar el 8%, que es lo que podríamos considerar una temporalidad estructural, de suplencias en vacaciones.
- ¿Se valorará la experiencia?
- El proceso es de libre concurrencia, pero se ha llegado a un acuerdo con las comunidades autónomas para que coincidan los exámenes de todas y se evite el turismo de oposiciones. Luego cualquiera puede elegir dónde se presenta. Próximamente se publicarán las bases de la convocatoria, donde se valorará la nota del examen, pero también la antigüedad y la experiencia. Lo siguiente que hay que hacer es un concurso de traslado de manera permanente, que la interinidad no te permite.
- La otra demanda del colectivo sanitario es el abono de la carrera profesional. ¿Cuándo lo harán?
- Este miércoles llevaremos a la mesa sectorial la propuesta de pago de los primeros 25 millones de euros. Tenemos pendiente también una reunión con el Ministerio de Hacienda, que es el que supervisa los incrementos de masa salarial, pero el objetivo es alcanzar el pago de la totalidad de la carrera profesional en tres años. Es una cuestión de justicia.
- La oposición tacha de electoralista su plan de 1.000 millones en 10 años para reformar los hospitales.
- No creo que haya nadie en el sector sanitario que esté en contra de la modernización de los hospitales. No podemos permanentemente estar pensando en un proyecto de cuatro años para ir parcheando. Nosotros valoramos hacerlo en un largo periodo de tiempo por una razón importante: que la actividad no se resienta. No es propaganda. Es un acto de responsabilidad. Venga quien venga es algo que tiene que seguir haciendo.
- ¿Qué le parece el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de que se recuperará la tarjeta sanitaria para los inmigrantes sin papeles, eliminada por el PP en 2012?
- Para empezar, en Madrid no se ha dejado de atender a los inmigrantes sin tarjeta sanitaria. Y este anuncio tenía que haber ido acompañado de una definición del concepto de universalidad, en el que también se enmarca por ejemplo un turista inglés que venga a operarse de unas cataratas, y de un respaldo financiero. Es un asunto de contenido evidentemente ideológico y además hay otras cuestiones más prioritarias, como la escasez de personal.
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