Una petición que hoy ha formulado el director general de Asedas -entidad que agrupa a Mercadona, DIA y una decena de enseñas regionales-, Ignacio García Magarzo, durante la presentación de un informe sobre la evolución del comercio electrónico en el sector de la alimentación.
“La Unión Europea (UE) había visto hasta ahora el comercio ‘online’ como algo a fomentar para eliminar las distorsiones y las trabas a la circulación de bienes (…). Pero los operadores que se han hecho fuertes -en este segmento- no son europeos”, ha explicado García Magarzo, quien ha considerado que gana fuerza el debate sobre cómo garantizar un marco regulatorio y fiscal homogéneo.
Desde Asedas se han posicionado así después de que la semana pasada el presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, volviera a reclamar que los operadores “online” como Amazon estén sujetos a las mismas condiciones que las empresas físicas para no vulnerar la libre competencia.
En opinión de García Magarzo, la discusión se debe producir “más en un ámbito comunitario que a nivel de gobiernos nacionales“, y ha declinado hablar de compañías concretas.
Más guerra de precios en los supermercados
Ha subrayado que en España el sector de la distribución alimentaria es “altamente competitivo”, con precios de media seis puntos por debajo de la media europea, y el auge del comercio electrónico no hará sino recrudecer esa tendencia.
De hecho, en un informe reciente la agencia Moody’s advirtió de que la competencia en el sector sigue aumentando, impulsada sobre todo por la política de bajar precios y reformar tiendas de Mercadona, líder del mercado con un 24 % de cuota.
Sobre el comercio electrónico en materia de alimentación, Magarzo ha apuntado que el futuro pasa por garantizar que esta venta a través de Internet sea “sostenible” en términos económicos, ya que actualmente el recargo aplicado para recibir los pedidos en casa no cubre todos los costes.
A ello se suma la sostenibilidad social, para seguir garantizando el acceso de la población a los productos frescos -por el momento la compra de alimentos por Internet sólo está disponible en grandes urbes- y medioambiental, ya que transportar las compras realizadas por los clientes hasta su domicilio tiene un notable impacto ambiental.
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