Los comienzos son siempre difíciles, y los de las Brigadas Especiales de Seguridad Ciudadana también lo fueron. Muchos recibieron el proyecto con recelo y con críticas, pero ahora, dos años después, los números han hablado: más de 1.500 policías locales están desplegados por 34 municipios madrileños sufragados cien por cien con dinero del Gobierno regional y encargados únicamente de labores de seguridad. Se han sumado Ayuntamientos de todos los colores políticos, y todos hablan de las ventajas de contar con más policías y más medios. Las Bescam se han convertido ya en algo cotidiano en estos municipios.
Parece que fue ayer cuando Esperanza Aguirre anunció su compromiso de dotar a los Ayuntamientos de la región de 2.500 nuevos agentes dedicados únicamente a tareas relacionadas con la seguridad ciudadana. Era la primera vez que la Comunidad de Madrid invertía de forma clara en seguridad, una competencia estatal en la que el Gobierno regional decidió participar. Las críticas no se hicieron esperar, pues muchos veían en estas Brigadas Especiales de Seguridad Ciudadana (BESCAM) una especie de policía autonómica sin llegar a serlo, y aseguraban que excedían de las competencias de la Comunidad de Madrid. Costó hacer ver que no era un cuerpo de seguridad propio y que se trataba tan sólo de ayudar con más dinero, más policías y más medios a los Ayuntamientos.
Las Bescam querían contribuir y colaborar con un decidido soporte presupuestario a mejorar la seguridad de todos los ciudadanos de la región. Hoy marchan ya por la tercera fase de su implantación, con 34 municipios plenamente integrados en este plan de seguridad y 1.500 nuevos efectivos desplegados. Pero hablar de las Bescam es hablar de sus orígenes y de Móstoles, el primer municipio madrileño que en enero del 2004 se sumó al proyecto. De este primer convenio nacen los primeros sesenta efectivos Bescam y la primera base operativa del proyecto. Meses más tarde, concretamente el 18 de junio de 2004, se firmó con la Federación Madrileña de Municipios (FMM) un convenio marco para la puesta en marcha del Plan de Seguridad de la Comunidad de Madrid, cuya vigencia se extiende hasta el 31 de diciembre de 2018.
En el mes de septiembre de ese mismo año y a la luz de lo dispuesto en el citado convenio marco fueron suscritos dieciséis convenios de colaboración con los ayuntamientos de Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Arganda del Rey, Boadilla del Monte, Colmenar Viejo, Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Parla, Pozuelo de Alarcón, Rivas-Vaciamadrid, San Fernando de Henares, San Lorenzo de El Escorial y Torrejón, que supusieron la incorporación en julio del 2005 de 570 nuevos efectivos a sus respectivas plantillas policiales. En febrero de 2005, otros quince ayuntamientos de la región (Las Rozas, San Sebastián de los Reyes, Majadahonda, Collado Villalba, Aranjuez, Tres Cantos, Valdemoro, Pinto, Galapagar, Villaviciosa, Torrelodones, Villanueva de la Cañada, Guadarrama, Mejorada y Algete) subscribieron idénticos convenios de colaboración para repartirse entre sus municipios un total de 345 nuevos agentes.
El Consejo de Gobierno de noviembre del 2005 dio luz verde al desarrollo de la tercera fase del proyecto, que supone la incorporación al mismo de dos nuevos municipios: Ciempozuelos y Navalcarnero. En cifras globales, esta tercera fase supuso que 440 nuevos agentes reforzaran las plantillas de policía local de sus respectivos ayuntamientos, entre enero y junio de 2006. Por un lado, Ciempozuelos y Navalcarnero, los últimos en incorporarse al proyecto, han recibido un refuerzo de 20 efectivos cada uno. Y por otro, quince Ayuntamientos ya integrados en la primera fase (todos, menos San Lorenzo de El Escorial) han aumentado su número de agentes Bescam en función de sus necesidades.
En números globales, hasta el momento 34 ayuntamientos de la región y de todos los colores políticos forman parte del Proyecto de Seguridad de la Comunidad, que ya cuenta con más de 1.500 agentes operativos dedicados a tareas exclusivas de seguridad ciudadana. A esta cifra se incorporarán 1.000 nuevos agentes durante este año, y otros 500 en 2007. El Ejecutivo regional invertirá hasta 2018 para este fin y para dotar a estos efectivos de los recursos humanos, materiales y tecnológicos necesarios para desempeñar su trabajo policial, la suma de 230,3 millones de euros.
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Más medios
El incremento en número de policías se ha visto acompañado de una considerable mejora en los medios de los que disponen para ejercer sus funciones. En este sentido, se han entregado 67 automóviles de patrulla, 31 todo-terreno y 26 motocicletas de última generación a los Ayuntamientos de la primera fase, una inversión en 124 vehículos que asciende a 3,5 millones de euros para 16 localidades. Entre el material adjudicado, destaca el kit de denuncias portátil que consiste en un ordenador con conexión inalámbrica a una impresora portátil y una cámara fotográfica digital. Otra innovación son los vehículos multifuncionales. Se trata de vehículos policiales que, a través de la instalación de modernos equipos informáticos, se han reconvertido para que puedan ser utilizados como oficinas móviles de denuncias. Para este 2006 la intención es invertir casi 75 millones de euros en nuevos medios materiales y recursos humanos.
Entre los proyectos más novedosos de este año se encuentra, sin duda, el autobús de la Academia de Policía Local de la Comunidad, un aula móvil que desde principios de abril recorre los 179 municipios de la región para dar a conocer en qué consiste el Proyecto de Seguridad Ciudadana de la región, tratando además de fomentar el interés de la población más joven por la profesión de Policía Local. Durante los últimos 20 meses, la Comunidad de Madrid ha formado a casi 3.000 policías locales. Este proyecto de seguridad de la Comunidad de Madrid se sustenta también en la petición al Ministerio del Interior de 3.000 efectivos más de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Es decir, 3.000 nuevos policías nacionales y guardias civiles destinados en nuestra Comunidad y que sumados a los nuevos policías locales aumentarían el ratio policial en un agente más por cada mil habitantes.
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