Con motivo del día de la
madre, los vendedores de flores copan las calles de nuestra ciudad en sitios
estratégicos.
Una familia de vendedores
ambulantes instalan sus puestos en puntos céntricos de nuestra ciudad este fin
de semana para acercar las flores a nuestros hogares y lo llevan haciendo desde
hace más de veinticinco años. Tienen clientes habituales de todos los años que
repiten sus compras y unos clientes muy jóvenes “los niños” que compran a sus
mamás un regalo muy especial, en un día también muy especial.
Nadie puede tener excusa para
no regalar flores en el día de la madre, el 1 de mayo, porque puestos ambulantes
no faltan.
Lo más vendido son las rosas,
sin duda alguna, y los ramos variados, una mezcla de colores y olores
asequibles a todos los bolsillos. También se compra la rosa individual.
El día de todos los santos y
el día de la madre son los dos momentos del año en el que los vendedores de
flores salen a la calle porque es cuando más demanda existe.
La venta
ambulante tiene gran importancia como canal de venta de flores. Este colectivo
operador de la planta y flor ornamental, se caracteriza por ser empresas
principalmente de trabajadores autónomos. Su lugar habitual de venta son los
mercados tradicionales del pueblo o ciudad mediante la denominación popular de
‘parada’ o ‘puesto’, lugar donde cada empresa expone cada día de mercado sus
productos.
Por su
relación cercana y cotidiana con sus clientes, la oferta es prácticamente de
precisión, ofreciendo básicamente aquellos productos típicos del lugar que
obedece al conocimiento de las necesidades del comprador.
Los
puestos de venta son itinerantes, de ahí su definición como ‘venta ambulante‘, se
montan y se desmontan cada día aunque suelen conservar siempre el mismo sitio.
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