El último acuerdo al que ha llegado el Gobierno central con la Generalitat de Cataluña es la ampliación del aeropuerto de Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, lo anunció el 2 de agosto tras la Comisión Bilateral con el vicepresidente del Govern catalán, Jordi Puigneró.
La ampliación del aeropuerto catalán contará para su realización con 1.700 millones de euros, según La Moncloa. Además, la ministra de Política Territorial estima que la ampliación del aeropuerto “generará 83.000 empleos directos y 365.000 empleos en total, y representará 8,9 puntos del PIB en Cataluña y 2,1 en PIB nacional”.
A la inversión que se va a hacer en la infraestructura catalana hay que añadir 1.600 millones para la ampliación del aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, como recogió La Moncloa. Aún no se ha concretado a qué se dedicará la financiación, salvo en aumentar la posibilidad de llegada de más pasajeros a ambos aeropuertos. Ambos anuncios han generado dudas entre ambientalistas y otros políticos.
El Gobierno apuesta por limitar vuelos cortos en su estrategia España 2050
El anuncio del Gobierno choca de lleno con los planes verdes que se plasman, entre otros, en el de la Estrategia España 2050, un documento que recoge las propuestas y objetivos que debería alcanzar el país dentro de 30 años.
Entre otros, el Ejecutivo planteaba reducir los vuelos cortos. En su página 198 dicen: “Se recomienda prohibir los vuelos en aquellos trayectos que puedan realizarse en tren en menos de 2,5 horas”, como explicamos aquí.
[Las claves del documento España 2050 que ha presentado el Gobierno]
Además, antes de que Raquel Sánchez llegara a ministra, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana aseguró en mayo que el Gobierno quería destinar parte de los fondos de recuperación europeos en modernizar el sistema de transportes y volverlo más sostenible. La cifra estimada para proyectos es de 6.667 millones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea.
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Los cuestionamientos ambientales
Greenpeace ha denunciado que la Generalitat y el Gobierno central presumen de su compromiso con el clima mientras “acuerdan ampliar aeropuertos”. Además, insisten en que “ningún aeropuerto es verde”, ya que los aviones dependen exclusivamente de combustibles fósiles, y no existe una alternativa para su funcionamiento con energías renovables.
Ecologistas en Acción también rechaza el acuerdo de la Generalitat y el Gobierno para ampliar el aeropuerto de El Prat. Entre sus reclamaciones incluyen que es “imposible” que el Gobierno plantee otra actuación sin afectar a los espacios naturales como la Ricarda, y que la Comisión Europea exigió a España proteger el Delta del Llobregat.
E insisten: “La ampliación del aeropuerto no tiene ningún sentido económico, ambiental, social o energético de carácter colectivo. Esta inversión solo responde a los intereses privados de AENA y de los grandes capitales”.
Opiniones dispares sobre la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat
Mientras Raquel Sánchez era alcaldesa de Gavá, localidad de la provincia de Barcelona colindante con el aeropuerto de El Prat, se oponía a la ampliación del aeropuerto de Barcelona. Según recogió El Periódico el 1 de junio de 2021, la actual ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana consideraba que una ampliación sin tener en cuenta la contaminación acústica podía ir en detrimento de la calidad de vida de los vecinos de su alcaldía.
No obstante, dos meses después, el 3 de agosto y tras la confirmación de la inversión del Gobierno en el aeropuerto de Barcelona, Raquel Sánchez dijo en una entrevista en El Món A RAC1. «Esta ampliación se hará de manera ejemplar en el respeto del medio ambiente, como no podía ser de otra manera”.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, fue crítica con la ampliación de El Prat en una entrevista en Hora 25 el 3 de agosto. “Están repitiendo los errores del pasado. Es un modelo desarrollista, que aumenta las emisiones, que puede provocar 20 millones más de turistas, de turismo masificado que el territorio ya no puede asumir”, afirmó. Después, la alcaldesa aseguró que había trasladado sus preocupaciones a Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, y que “lo veían igual”. Aun así, Díaz no se ha manifestado en público al respecto.
Al hablar sobre alternativas al modelo económico, Colau insistió en que el debate debía estar en la economía del siglo XXI para que fuera más sostenible. Puso de ejemplo que se debía valorar cómo se podía llegar, como otros países europeos, a eliminar los vuelos de corta duración.
El 3 de agosto, en una entrevista en eldiario.es, el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler, coincidió con la opinión de la alcaldesa de Barcelona al decir que la ampliación respondía a una economía desarrollista del siglo pasado: “Europa nos habla de innovación y nosotros pretendemos mantener las políticas antiguas, del siglo pasado”.
La creación de un hub internacional en el aeropuerto de El Prat se paralizó en 2008 por la crisis
Hace quince años, en 2006, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió a convertir el aeropuerto de Barcelona en un hub, como recogió El Periódico. Es decir, un centro de conexión de vuelos internacionales. Un plan que podría recuperarse ahora con Pedro Sánchez como presidente, aunque todavía no se ha concretado cuáles son los planes para el aeropuerto del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
También en 2007, 860 empresarios catalanes se mostraron a favor del proyecto que podría haber convertido a El Prat en un centro de conexiones internacionales, como recogió El País. No obstante, la iniciativa quedó en el aire con la llegada de la crisis financiera de 2008.
Más de una década desde las últimas gran ampliaciones de los aeropuertos de Madrid y El Prat
La última reforma grande del aeropuerto de Madrid terminó hace 15 años, en 2006. El Ministerio de Fomento de 1999 había diseñado un nuevo plan director para el aeropuerto de Madrid-Barajas, según la orden publicada en el BOE. Con él, el Gobierno quiso doblar la capacidad del aeropuerto a 70 millones de pasajeros al año, como se recoge en la página de AENA.
Bajo las directrices de Fomento se construyó una nueva área terminal, que incluyó la T4 y su edificio satélite, el T4S, además de dos nuevas pistas de aterrizaje. Gracias a ello se llegó a tener capacidad de 120 vuelos por hora. La estimación económica que hicieron para este proyecto las entidades implicadas en 1999, como AENA, fue de 1.725 millones de euros. Una cifra aproximada, ya que se hizo en pesetas.
Al igual que sucedió con Barajas, en 1999 el Ministerio de Fomento aprobó el plan director del aeropuerto de Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, como también recogen en su página web. Aun así, el proyecto culminó con la ampliación del aeropuerto con la terminal T1. Según explica AENA en su página web: “la inversión superó los 1.200 millones de euros”.
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