Estas son algunas de las medidas más restrictivas instauradas por el Gobierno regional: "Excesivas", denuncia la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza (ACADE) y la Asociación de Centros de Enseñanzas de Idiomas de la Comunidad de Madrid (ACEDIM). La presidenta de ACEDIM, Mª José Artero, lamenta que este protocolo “ponga en juego la viabilidad" de las academias de idiomas: "Después de que estos centros hayan realizado grandes esfuerzos e inversiones económicas para adecuar sus instalaciones y aulas a las nuevas necesidades sanitarias". Desde el colectivo aseguran que esta situación coloca en la cuerda floja a estos centros de enseñanza: "Contamos con un 50 por ciento de matriculas menos". La reducción de alumnos pone en juego la supervivencia: "Hemos perdido muchos alumnos y veíamos con ilusión el nuevo curso".
Durante la pandemia, las academias de idiomas madrileñas pusieron en marcha soluciones muy diversas y flexibles para que los alumnos pudieran continuar con su aprendizaje. Entre estas alternativas se han impartido clases online en directo, videoconferencias y se han desarrollado nuevos recursos idiomáticos adaptados a los soportes tecnológicos para que los estudiantes los descargaran y de esta manera pudieran reforzar su aprendizaje.
Por su parte, el presidente de ACADE, Juan Santiago, considera que la inmensa mayoría de centros se encuentran en condiciones de impartir clases presenciales y virtuales. Eso sí, defiende que la asistencia a las aulas es la opción más efectiva para el aprendizaje del estudiante: “El trato directo con el profesor y el intercambio con otros alumnos promueve una mayor desinhibición para hablar en otro idioma”.
Consecuencias en academias madrileñas
A nivel nacional, la Federación Española de Centros de Enseñanza de Idiomas (FECEI) resalta que “hasta la fecha no se ha reportado un solo brote entre las casi 500 academias asociadas" repartidas por todo el territorio nacional – declara Scott Markham, presidente de FECEI.
Las academias de idiomas madrileñas empiezan a sufrir con estas medidas implantadas, y así nos lo expresa una trabajadora de la escuela de Idiomas Berlitz, asociada a la FECEI: “Nos está afectando bastante porque no podemos recibir a mucha gente en el centro y hemos notado un bajón de estudiantes”. No obstante, Berlitz, como otras muchas escuelas, ha establecido la posibilidad de impartir las formaciones de manera mixta combinando la formación presencial y virtual, con seis personas como máximo de asistentes por grupo. Este centro, que hasta hace poco dispone de dos academias en la Comunidad de Madrid - Calle Cea Bermúdez, 50 y Avenida de Europa, 13 (Pozuelo) -, con la llegada de la pandemia aproximadamente un 14 por ciento de los alumnos dejaron de dar clase y el resto de estudiantes, de un total inicial de 4.000, pasaron a formación virtual, es decir, unos 3.500 alumnos que significa un 87,5 por ciento del total.
A otros centros madrileños de idiomas, como el caso de Conde Orgaz, no les repercute la limitación en cinco alumnos ya que desde siempre sus clases no superan el número de tres estudiantes: “Las medidas que la Comunidad de Madrid nos obliga a adoptar las tenemos totalmente salvadas, porque al ser tres alumnos la distancia de seguridad es fácil de cumplir”. Lo que sí han sufrido ha sido el descenso de alumnos: “Hemos notado la bajada pero en verano recuperamos porque mucha gente necesitaba el inglés para entrar en masters”. Incluso las clases online de este centro madrileño les ha abierto otras puertas consiguiendo alumnos de otras comunidades autónomas para recibir clases de inglés.
Las asociaciones madrileñas consideran muy difícil una recuperación del sector a medio plazo: "La situación actual es muy complicada”. Temen por un sector educativo y empresarial que es muy importante pero necesitan ayuda de la administración pública para sobrevivir.
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