Muere Bárbara de Braganza
Bárbara de Braganza (Lisboa, 1711-Madrid, 1758) ha sido una de la reinas de España más cultas, pues además de hablar seis idiomas con toda corrección, componía música sin dificultad. Esta gran afición a la música hicieron que ella y su marido Fernando VI protegieran a músicos tan importante como Domenico Scalatti.
Al igual que su suegra Isabel de Farnesio, la reina Bárbara de Braganza, gran amante de la música organizó numerosos conciertos cortesanos. Son famosos hasta el extremo de “crear época” los organizados en el palacio de Aranjuez. Estos conciertos tuvieron como protagonista indiscutible al famoso y extravagante Carlo Broschi, conocido en toda Europa por Farinelli.
Según parece, el famoso cantante italiano, Carlos Broschi (Andria, Nápoles, 1705-Bolonia, 1782) conocido como Farinelli había llegado a la corte española en el año 1737. Durante los últimos años de reinado de Felipe V. Tras la muerte de este, adquirió una gran influencia personal sobre su sucesor, el rey Fernando VI y su esposa Bárbara de Braganza. Ambos grandes aficionados a la música. Sucedió que en 1760, un años después de la muerte de Fernando VI, su hermanastro, Carlos III le desterró no sólo de España, sino de todos sus reinos.
Según los cronistas de la época la historia de las malas relaciones entre nuera y suegra se volvía a repetir. Tras su matrimonio con Fernando, Bárbara de Braganza no consiguió llevarse bien con su suegra la reina Isabel de Farnesio. Las malas relaciones quizá se debieran a que Fernando era hijastro de Isabel de Farnesio, y su relación nunca había sido de madre e hijo. O quizá se debió al carácter dominante que tenía Isabel, en contraposición con el carácter bondadoso y afable de Bárbara que no consintió que su suegra se inmiscuyera demasiado en su matrimonio ni en su reinado.
Bárbara de Braganza fue reina de España durante doce años, entre 1746 y 1758. Pese a que su matrimonio con Fernando VI había durado veintinueve años, la pareja no había podido tener descendencia. A pesar de ello fue una reina muy querida por los españoles, y en concreto por los madrileños, quienes directamente podían comprobar como apoyaba a su esposo en las tareas de gobierno. Fueron así doce años de un reinado pacifico y de renacimiento cultural.
Bárbara de Braganza murió el 27 de agosto de 1758 en el palacio de Aranjuez. Con tan solo cuarenta y siete años de edad, falleció como consecuencia de un proceso canceroso en el útero. Casualmente su fallecimiento se produjo pocos meses después de la terminación del Real Monasterio de la Visitación, fundado por ella, y al que había dedicado todas sus energías.
Los restos de Bárbara de Braganza fueron trasladados de Aranjuez, donde falleció, a Madrid. Según las crónicas de la época el traslado se hizo en medio de un deslumbrante cortejo fúnebre en el que participaron muchísimos madrileños que habían sentido la muerte de su reina. Los restos fueron depositados en la cripta del Monasterio de las Salesas Reales, mientras se construía la tumba en la iglesia del monasterio.
Parece ser que tras la muerte de Bárbara de Braganza su esposo, el rey Fernando VI, empezó a dar graves muestra de enajenación mental. Al igual que su padre Felipe V tras la muerte de su primera esposa María Luisa Gabriela de Saboya sufrió una gran depresión emocional. Retirado al castillo de Villaviciosa de Odón falleció, según parece de pena en 1759, un año después de la muerte de su esposa la reina Bárbara de Braganza.
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