Entrega de una bandera a la Guardia Civil de San Fernando de Henares
Con motivo de la entrega de una bandera a la Guardia civil de San Fernando de Henares
ENTRETENIMIENTOS VERANIEGOS
Importante discurso de la señora condesa de la Lisea
En una fiesta recientemente celebrada en San Fernando de Henares, leyó la ílustrísima señora -condesa de Lisea el breve y patriótico discurso que con sumo gusto publicamos. Dice así:
«Señores:
Haciéndome un honor que, para mi inmerecido, aún me enorgullece más, me elegisteis para ser madrina en el acto que acabamos de celebrar. Ello me obliga a deciros algunas palabras, expresión de mi sincera y profunda gratitud, que si desprovistas de todo aliño y pobres de forma, son dichas con todo mi corazón de 'española, que es, sin duda, la mujer capaz de los más vivos entusiasmos y amores por todo lo grande, y al entregar la enseña de la Patria a los guardias de este puesto, no he de ocultaros mi emoción. Gracias a Dios, Soy creyente y patriota, y como creyente sé ver la grandiosidad con que la apariencia modestísima de un pedazo de pan encierra a nuestro Redentor, mi patriotismo me hace ver en los pliegues de la bandera la grandeza de nuestra amada España, tan viva en toda suerte de heroísmos, desde aquellos brillantes y que elevan a los altares a nuestros españolísimos San Fernando y Santa Teresa, hasta el silencioso y modestísimo heroísmo que diariamente se derrocha por miles de españoles que en talleres, fábricas, cuarteles, despachos, y en una palabra, donde el puesto en que la Providencia los puso, contribuyen al bienestar y engrandecimiento de España.
Y sé que esta bandera va a manos de hombres que tienen por divisa el honor y por Patrona a la Virgen del Pilar, que reciben como premio estimado por ellos todo el inmenso valor que la recompensa tiene, ligados por solemnes juramentos a la Patria y al Rey, obligados por el ejemplo de una jamás desmentida tradición honrosísima..., es decir, hombres que la han de honrar y proteger, poniendo en su servicio toda su devoción, sin regateos de abnegaciones y sacrificios, pues son buenos españoles, con ansia de servir a España y saben que todos, altos y bajos, jóvenes y viejos, ricos y pobres, tenemos nuestros deberes que cumplir para con la Patria, y que lo importante no es que aquéllos sean grandes y muchos, sino que los cumplamos bien, para merecer todo genero de respetos de nuestros conciudadanos y de gratitudes de la Patria.
Esforzaros más y más en el cumplimiento de vuestro deber es necesario, que no necesitáis de otros estímulos que los que hasta aquí han. hecho de vosotros héroes, y la justa satisfacción que experimentáis con la presencia (con que nos honran), de vuestros jefes, autoridades, Sociedad, que tan generosamente os obsequia, de la Prensa y de vuestros convecinos; ante todos ellos gritemos:
¡Viva España ! ¡Viva el Rey ! ¡Viva la Guardia civil !
Con motivo de la entrega de una bandera a la Guardia civil de San Fernando de Henares
ENTRETENIMIENTOS VERANIEGOS
Importante discurso de la señora condesa de la Lisea
En una fiesta recientemente celebrada en San Fernando de Henares, leyó la ílustrísima señora -condesa de Lisea el breve y patriótico discurso que con sumo gusto publicamos. Dice así:
«Señores:
Haciéndome un honor que, para mi inmerecido, aún me enorgullece más, me elegisteis para ser madrina en el acto que acabamos de celebrar. Ello me obliga a deciros algunas palabras, expresión de mi sincera y profunda gratitud, que si desprovistas de todo aliño y pobres de forma, son dichas con todo mi corazón de 'española, que es, sin duda, la mujer capaz de los más vivos entusiasmos y amores por todo lo grande, y al entregar la enseña de la Patria a los guardias de este puesto, no he de ocultaros mi emoción. Gracias a Dios, Soy creyente y patriota, y como creyente sé ver la grandiosidad con que la apariencia modestísima de un pedazo de pan encierra a nuestro Redentor, mi patriotismo me hace ver en los pliegues de la bandera la grandeza de nuestra amada España, tan viva en toda suerte de heroísmos, desde aquellos brillantes y que elevan a los altares a nuestros españolísimos San Fernando y Santa Teresa, hasta el silencioso y modestísimo heroísmo que diariamente se derrocha por miles de españoles que en talleres, fábricas, cuarteles, despachos, y en una palabra, donde el puesto en que la Providencia los puso, contribuyen al bienestar y engrandecimiento de España.
Y sé que esta bandera va a manos de hombres que tienen por divisa el honor y por Patrona a la Virgen del Pilar, que reciben como premio estimado por ellos todo el inmenso valor que la recompensa tiene, ligados por solemnes juramentos a la Patria y al Rey, obligados por el ejemplo de una jamás desmentida tradición honrosísima..., es decir, hombres que la han de honrar y proteger, poniendo en su servicio toda su devoción, sin regateos de abnegaciones y sacrificios, pues son buenos españoles, con ansia de servir a España y saben que todos, altos y bajos, jóvenes y viejos, ricos y pobres, tenemos nuestros deberes que cumplir para con la Patria, y que lo importante no es que aquéllos sean grandes y muchos, sino que los cumplamos bien, para merecer todo genero de respetos de nuestros conciudadanos y de gratitudes de la Patria.
Esforzaros más y más en el cumplimiento de vuestro deber es necesario, que no necesitáis de otros estímulos que los que hasta aquí han. hecho de vosotros héroes, y la justa satisfacción que experimentáis con la presencia (con que nos honran), de vuestros jefes, autoridades, Sociedad, que tan generosamente os obsequia, de la Prensa y de vuestros convecinos; ante todos ellos gritemos:
¡Viva España ! ¡Viva el Rey ! ¡Viva la Guardia civil !
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