Aunque el cierre de establecimientos decretado por la Comunidad de Madrid no afecta a los estancos, algunos de los clientes que hacían cola desconfiaban. “Esto no es un producto básico y mañana seguro lo cierran”, dice Misael Ruíz, de 42 años. “Voy a comprar tres bolsas de tabaco de liar”, contaba mientras se liaba un cigarrillo ansiosamente. “Yo estoy en teletrabajo, así que no tengo nada mejor que hacer que esta cola”, se oía en otro punto de la fila.
En el estanco de Colonia Jardín, a media tarde ya no quedan unidades de las marcas más solicitadas, como Lucky mentolado o Marlboro rojo. “La gente está comprando por cartones”, dice Ivan que lleva trabajando 20 años en este estanco y nunca había visto tanta gente haciendo cola en su establecimiento.
“Yo ya fui al mercado, solo me queda venir al estanco. Menos mal, hemos tenido tiempo para prepararnos para el estado de alarma de mañana [por el sábado]”, señalaba Alberto Monsalve, de 70 años y que fuma dos cajetillas al día. “Para mí el tabaco es de primera necesidad”, recalcaba. No todos en la fila mostraban tal ímpetu. Emilia Rodríguez barajaba que estos días puedan ser una oportunidad para dejar de fumar: “Si mañana no queda tabaco, pues lo dejo. Que era lo que tenía que haber hecho hace años”.
En Twitter, las colas en los estancos ha sido tendencia de conversación en España. Cientos de personas han subido fotos de las colas que se han hecho en sus barrios. Algunos usuarios aseguraron que hasta se habían ido a otro pueblo para poder conseguir tabaco.
En otro estanco en el madrileño barrio de Batán a las 19.30 todavía había una cola de 19 personas. “No importa si vamos a poder abrir mañana, ya no vamos a tener tabaco que vender”, sentenciaba la dueña del estanco, Josefa Amador.
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