Con una superficie de 77.000 metros cuadrados, equivalente a once campos de fútbol, el centro logístico de Amazon en San Fernando de Henares trabaja a máximo rendimiento para gestionar los miles de pedidos que los usuarios comprarán a través de la plataforma. Y es que nadie quiere desaprovechar los descuentos que las empresas realizan por el Black Friday, primero, y el Cyber Monday, después. Unas rebajas que desde la multinacional de Jeff Bezos llevan aplicando desde la semana pasada, aunque el día grande es hoy, fecha en la que tendrá lugar el mayor número de pedidos por internet en nuestro país.
En total, se calcula que las empresas logísticas gestionarán un total de 3,5 millones de paquetes por el Black Friday, según calcula la patronal logística UNO, mientras que en el resto de fiestas navideñas se prevé que se muevan de media 2,5 millones al día. De este inmenso número, Amazon, como líder del comercio electrónico en España, se llevará la mayor parte del pastel. Por eso, ha contratado para las fiestas a un total de 4.600 personas para dar soporte a los cinco centros logísticos, dos centros de distribución, dos centros logísticos urbanos y once estaciones logísticas con los que cuenta.
Prácticamente la mitad de todos los empleados que tiene la plataforma de comercio electrónico se encuentran en San Fernando de Henares, que tiene capacidad para gestionar medio millón de pedidos cada día.
En total, hay cinco procesos por los que pasa un producto cuando llega al centro. Primero llega a la parte de recepción («Receive»), que es donde los empleados reciben el producto que descargan los camiones. Allí, los empleados revisan, con la regla de los seis lados, que el producto está en correctas condiciones.
De ahí va a la zona de ubicación («Stow»), donde los productos son colocados en algún lugar de los 79 kilómetros de estantería que hay. En esta zona, la colocación no tienen un orden concreto, sino que hay lo que llaman un «caos ordenado». Es decir, los productos están mezclados según lo establezca un algoritmo y dando igual la categoría del producto. Por ejemplo, se puede encontrar un libro al lado de un barril de cerveza. Allí, este está hasta que un cliente relaiza una compra, que es entonces cuando entran los empleados de recogida («Pick»).
El cuarto paso es la preparación del pedido («Pack») donde envuelven el producto y se aseguran que no se dañe cuando se vaya a transportar. Una vez envuelto, va a la zona de «Slam», donde el paquete pasa por una cinta donde es escaneado y enviado a uno de los contenedores que hay. Según la zona de destino, el paquete va a un contenedor u otro.
Los trabajadores, como el producto, tampoco se queda fijo en uno de los puestos, sino que van rotando según la necesidad del centro. Un hecho que ahora con el Black Friday se intensifica más. «Ahora con el Black Friday las rotaciones son mayores por el mayor volumen», explica Irina Pocani, una de las trabajadoras, o «asociada», que es como llaman a sus empleados en Amazon. «Mi función principal es hacer «Stow». También estoy en picking, receive y prep. Aparte, estoy en incidencias de mercancías», relata.
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