Tras la reunión que se celebró ayer miércoles en la Consejería de Medio Ambiente, cada vez es más probable que los residuos de la Mancomunidad del Este se lleven a Valdemingómez durante el período transitorio, desde el cierre del vertedero de Alcalá de Henares y la puesta en marcha de la planta de Loeches.
Actualmente las tarifas que paga San Fernando de Henares por tonelada en la eliminación de residuos en el vertedero de Alcalá de Henares es de 27,14 euros por tonelada y si se lleva a Valdemingómez durante un periodo transitorio hasta que se ponga en marcha el Vertedero de Loeches podría ser de 34,03 euros por tonelada, lo que supone un incremento de un 25,38 % más.
El presidente de la Mancomunidad del Este, Javier Rodríguez Palacios, y la nueva consejera de Medio Ambiente, Paloma Martín, reconocieron que encontrar una solución al destino de los residuos es urgente ya que según Rodríguez Palacios la situación es de emergencia.
Se retomará, por tanto, el convenio que en su día se planteó al ayuntamiento de Madrid, del que depende Valdemingómez, según el cual todas las toneladas que vierta la Mancomunidad en su vertedero posteriormente las recibirá la planta de Loeches desde la ciudad de Madrid. La Mancomunidad del Este genera cada año 230.000 toneladas de basura y la planta no estará en marcha antes del otoño de 2020.
De todo esto informará el presidente de la Mancomunidad del Este y alcalde de Alcalá de Henares a los representantes del resto de municipios en la asamblea que ha convocado para el próximo lunes. También se celebrará próximamente una reunión con los responsables del ayuntamiento de Madrid para cerrar ese acuerdo. Todavía no se ha decidido si en esa negociación con el ayuntamiento de la capital participará también la Comunidad de Madrid.
En estos días se están realizando las mediciones necesarias para conocer el momento exacto en el que hay que echar el cierre al vertedero de Alcalá de Henares, algo que sucederá en las próximas tres o cuatro semanas. Una vez clausurado el vertedero hay que proceder al sellado del vaso para después realizar un plantación de vegetación autóctona. Durante 15 años se seguirá explotando el gas que genera ese vertedero, pero los técnicos aseguran que una vez sellado, e impermeabilizado, cesarán los olores que tanto molestan a los vecinos de Alcalá y Villalbilla. Durante los próximos 30 años se mantendrá una vigilancia medioambiental para evitar posibles complicaciones.
La instalación de la planta de Loeches va despejando sus obstáculos judiciales ya que ha superado todas las demandas sobre el Plan Especial que permitió su construcción, aunque Ecologistas en Acción ha anunciado un recurso ante el Tribunal Supremo. Hasta ahora el Supremo ha desestimado todos los recursos que se han presentado en ese sentido.
También están pendientes los recursos de los propietarios sobre la valoración de las expropiaciones, pero estos asuntos no inquietan a la Mancomunidad del Este porque sus posibles consecuencias son simplemente económicas y no suponen paralización de la obra, que avanza según el ritmo previsto.
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