El Hospital Universitario del Henares, a través de cartelería e información interna, ha puesto en marcha una campaña para conseguir reducir el ruido de las instalaciones e intentar que los niveles sonoros sean de 45 decibelios por el día y 35 de noche en zonas de estancia, según marca la OMS.
En las diferentes plantas de hospitalización y otros puntos clave se han instalado unos indicadores de ruidos llamados SoundEar que miden el nivel de ruido del recinto. Gracias a una señal visual de alarma con forma de oreja se avisa del ruido que hay: si la oreja está de color verde el nivel sonoro es el adecuado, si está en color ámbar es un preaviso y si se ilumina el punto rojo es que se está sufriendo contaminación acústica.
En un hospital siempre hay muchos ruidos provocados por las conversaciones, los teléfonos móviles, los sistemas de monitorización, los carros de mediación y alimentación. Estos ruidos son inevitables pero causan mucha contaminación acústica que empeora la recuperación de los pacientes y causan un entorno laboral menos saludable.
La comisión de humanización y calidad percibida ha estado trabajando en este objetivo y ha lanzado las siguientes recomendaciones a los profesionales: “Acércate para hablar, habla más bajo, evita conversaciones entre compañeros y reservarlas a la sala de personal, intenta no hablar en los pasillos. Además tu conversación podría ser escuchada, respeta los horarios sensibles, utiliza el móvil con discreción, disminuye el ruido en los cambios de turno, mantén cerradas las puertas de las habitaciones, propicia un ambiente tranquilo y acogedor y en la noche se percibe más el ruido. Sé aún más cuidadoso”.
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