Empieza a conocerse que pudo llevar a Verónica, la joven madre trabajadora de una fábrica Iveco de Madrid, a suicidarse después que un vídeo sexual suyo se difundiera entre sus compañeros. Y es que según parece, está no era la primera vez que era víctima de una violación de su intimidad y el centro de las mofas de sus compañeros. Hace unos años otro compañero compartió una primera grabación.
Este primer caso habría pasado hace 10 años. En aquella ocasión, la joven fallecida mantenía una relación esporádica con un compañero muy cercano a ella, según explica 'El Español'. Los dos se grabaron manteniendo relaciones y él decidió compartirlas entre un grupo reducido de trabajadores.
Eso no evitó que Verónica tuviera que sufrir las primeras burlas. «Muchos sabíamos de la existencia de ese primer vídeo. Yo lo vi porque me lo enseñó ese trabajador, que también se lo estaba enseñando a otros en el móvil. Todos se reían», explicaba una compañera.
El autor del segundo vídeo la amenazó
A diferencia de con esta segunda grabación, la cosa no tuvo la misma repercusión. Verónica pudo pasar página, pese a que su marido actual ,y entonces pareja, tuvo conocimiento de las imágenes a través de su cuñada
El gran problema le llegaría unos años después. El presunto autor del segundo vídeo y ella estuvieron saliendo durante una ruptura temporal de ella y su marido. Semanas antes que se produjera la trágica muerte de Verónica, la habría estado chantajeando con publicar las imágenes.
No pudo soportar que su marido volviera a pasar por esta situación
Finalmente cumplió su amenaza y acabó desatando una nueva pesadilla para la joven. Ella tuvo que soportar como gente de la otra punta de la fábrica iba a ver quién era la protagonista del vídeo. Ante esta situación acudió a la dirección de la empresa el jueves antes de quitarse la vida y le ofrecieron un nuevo puesto en otra sección que había aceptado.
Pese a ello, hubo un último hecho que hizo que se desmoronará y acabará ahorcándose en su casa de Alcalá de Henares. No pudo soportar que su marido volviera a contemplar unas imágenes como esas con otro hombre. Posiblemente, por no querer volver a vivir un nuevo calvario, decidió poner fin a su existencia.
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