El presidente regional propone al nacional una nueva fórmula para la financiación autonómica.
En medio de la guerra, una tregua. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, han dado este jueves un paso clave para desbloquear la construcción de dos alternativas en las entradas a Madrid por la A-1 (Norte) y la A-2 (Este), que viven instaladas en un continuo atasco. El enfrentamiento entre los dos líderes, reflejado en las continuas críticas de Garrido a Sánchez, no ha impedido que su reunión en La Moncloa haya quedado marcada por dos anuncios: el informe de impacto ambiental de la variante de la A-1, paralizado desde hace meses, es positivo, por lo que las obras podrán empezar en 2019; y hay voluntad firme para que el Ejecutivo central, el regional y el municipal firmen un convenio para financiar a partes iguales la construcción de un carril BUS-VAO en la entrada a Madrid por la A-2 (13 millones cada una).
"Se ha desbloqueado una parte de la variante de la A-1", ha celebrado Garrido durante una rueda de prensa en La Moncloa. "El informe preceptivo de impacto ambiental es positivo, y por lo tanto en enero debería darse el pistoletazo de salida para ese proyecto", ha seguido. "Si no hay demora, a lo largo de la próxima legislatura podríamos ver completada esa obra tan importante para esta zona de Madrid", ha añadido sobre un proyecto muy complejo, que incluye múltiples expropiaciones y debe contar con la complicidad de los alcaldes de Alcobendas o San Sebastián de los Reyes. "En cuanto al BUS-VAO en la A-2, el presidente me ha dicho que aún no está cerrada la redacción del convenio, pero ha reiterado que es un asunto importante. Queremos dar solución a esta entrada a Madrid".
Entre 2003 y 2009, Sánchez y Garrido coincidieron como concejales del Ayuntamiento de Madrid. La buena sintonía que construyeron entonces ha saltado por los aires desde que ambos lograron la presidencia. Garrido ha encontrado en Sánchez su diana favorita para convencer a la dirección nacional del PP de que él debe ser el candidato del partido en las elecciones autonómicas de mayo de 2019: desde septiembre ha criticado constantemente al presidente del Gobierno por haber llegado al poder con el apoyo de los partidos independentistas; por no dotar a la Comunidad de fondos para acoger a menores extranjeros no acompañados; o por no mantener el ritmo de inversiones en cercanías e infraestructuras previsto por el anterior Ejecutivo. “Débil”, “letal”, “irresponsable”, “pasivo”. Esos son los calificativos que le ha dedicado en estos meses Garrido al Gobierno de Sánchez, especialmente por haber desistido de renovar el sistema de financiación autonómica.
Propuesta para la financiación autonómica
"La reforma del sistema de financiación autonómica es un asunto capital", ha opinado Garrido durante su comparecencia en La Moncloa. "Queremos un nuevo modelo, condicionado al principio de solidaridad", ha añadido. "Le he hecho una propuesta muy especifica que tiene que ver con el fondo de competitividad, que permite que autonomías con una elevada capacidad fiscal puedan recibir un fondo que premia la buena gestión", ha explicado sobre el índice que mide la capacidad fiscal de cada región ajustada por habitante. "En este momento ese fondo tiene un tope que impide que cada año recibamos entorno a 500 o 600 millones de euros", ha ejemplificado sobre las cuatro décimas en las que la región supera el límite a partir del que se deja de recibir fondos (1,1 frente a 1,06). "Sería cambiar un artículo de la ley de financiación. Es algo que no perjudica al resto. Cuando se habla de competitividad no se puede poner un tope".
Tras la reunión, Sánchez ha tomado un avión rumbo a Cuba. Llegará este jueves a la Habana en una visita de apenas 24 horas en las que no hay citas previstas con disidentes, aunque sí se reunirá con figuras de la sociedad civil independientes del régimen tras su encuentro con el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, con quien inaugurará un foro empresarial.
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