El hombre, de nacionalidad nicaragüense, permanece retenido por su condición de migrante irregular. La policía busca pruebas contra él.
La policia judicial y el Ministerio Público investiga, con poco margen de tiempo, las pruebas para evitar que las autoridades migratorias del país dejen libre al nicaragüense que figura como sospechoso de asesinar a la turista española Arantxa Gutiérrez, el pasado sábado en una playa de la costa del Caribe. El tribunal que examinó el caso decidió que no hay pruebas suficientes para mandarlo a prisión. El hombre permanece detenido en un centro temporal para extranjeros indocumentados, mientras los investigadores se dan prisa con las pruebas forenses que permitan ligarlo con el asalto sexual contra la mujer de 31 años, cuyo cuerpo está pendiente de ser entregado a los familiares para su repatriación a España.
El nicaraguense fue detenido el mismo sábado como sospechoso, por los relatos de personas que trabajaban con él en un hotel cercano y que lo vieron después de las 7 de la mañana, cuando fue atacada la mujer, según contó el fiscal a cargo, José Mena. Sin embargo, el Tribunal de Pococí (provincia de Limón, en la costa caribeña) determinó el lunes por la noche que no había razones suficientes para dictar prisión preventiva. La Dirección de Migración se encargó entonces del sospechoso, por su condición migratoria irregular, pero nada garantiza que puedan deportarlo o dejarlo en libertad, lo que dificultaría el procesamiento judicial.
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