En la región hay censados 400.000 canes, de los que 8.537 están catalogados de riesgo.
El número de perros potencialmente peligrosos casi se ha duplicado desde 2013 en Madrid. En la actualidad hay 8.537 canes catalogados así, mientras que hace cuatro años eran 4.600. En total, en la Comunidad hay 400.000 perros contabilizados, de los que un 2,1% corresponden a razas peligrosas. De éstos, la mayoría son Rottweiler, seguidos por los Pit Bull Terrier, los American Stafforshire Terrier y los Staffordshire Bull Terrier.
Ante la Guardia Civil se han denunciado siete ataques de perros peligrosos. Uno de ellos fue mortal. El pasado 19 de abril una mujer de 40 años fue hallada muerta en su chalé del Molar tras ser atacada por su propio perro, un presa canario, según la Comandancia de la Guardia Civil. Los vecinos denunciaron que la víctima se dedicaba a la cría de perros de presa canario y pitbull que luego vendía. Asimismo, el pasado 7 de noviembre un hombre de 31 años resultó herido grave tras ser atacado por dos pitbull cuando paseaba por las afueras de Morata de Tajuña junto a su padre. Los animales le mordieron en la pierna, los brazos y el glúteo.
La actual normativa identifica como canes de riesgo aquellos con fuerte musculatura, aspecto poderoso, resistentes, de pelo corto, con cabeza voluminosa y mandíbulas grandes y fuertes, un perímetro torácico de entre 60 y 80 centímetros, una altura de la cruz (estatura medida desde el comienzo del cuello, en el punto más alto de los omóplatos, hasta el suelo) de entre 50 y 70 centímetros y un peso superior o muy próximo a los 20 kilos.
Los propietarios de perros peligrosos deben sacar una licencia municipal, que exige que superen un test psicotécnico y que no tengan antecedentes penales. Por su parte, el animal debe estar inscrito en el registro autonómico de perros potencialmente peligrosos. En la solicitud debe constar tanto la residencia habitual del can como los incidentes que en el pasado hubiese protagonizado, si es el caso. Dueños y criadores reclaman más control para evitar que individuos violentos y con antecedentes registren perros a nombre de familiares para eludir la normativa.
La licencia cuesta unos 150 euros al año de media. Se abona para garantizar el pago de los posibles daños materiales y personales. Por otra parte, es obligatorio que, en zonas públicas, los perros vayan siempre atados y con bozal. Y, además, la mascota debe tener su tarjeta de identificación, su cartilla sanitaria y un certificado veterinario que acredite su salud.
El director general de Agricultura de la Comunidad de Madrid, José Luis Sanz, recuerda que el pasado febrero entró en vigor la nueva Ley de Protección de animales de compañía en la Comunidad, que obliga a la identificación de las mascotas antes de los tres meses de edad, mediante microchip de perros, gatos, hurones, conejos y équidos. También impide la venta de animales de menos de tres meses y un reconocimiento veterinario anual obligatorio en perros y gatos que deberá quedar documentado en la cartilla. Los animales destinados a la venta no se pueden exhibir en escaparates o zonas abiertas a la vía pública.
En el primer semestre del año se denunciaron 201 abandonos de perros en la región, una cifra muy alta, pues en todo 2016 fueron 155 abandonos. Por maltratar a sus mascotas fueron denunciadas 19 personas en el primer semestre, frente a los 25 del pasado año. Por carecer de licencia municipal se tramitaron 39 expedientes entre enero y junio y hubo 34 denuncias por no registrar a los perros en la Comunidad.
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