El carácter agrícola de San Fernando de Henares está
condicionado por el sentido industrial del lugar, el cultivo de las tierras del
término significa un intento de abastecer de géneros de primera necesidad a los
fabricantes y a las manufacturas en sí. Así pues, no se pensó en un principio
en disfrutar del lugar como una hacienda o posesión, sino que el cultivo surgió
en función de su condición industrial, comprendiendo la jurisdicción de este
sitio de diferentes porciones de tierras de distintas calidades, entre las
cuales hay muchas incultas u ociosas, y eran pocas las que estaban
aprovechadas, en consecuencia, se pretendió que todas fuesen útiles, en función
de sus calidades y en beneficio de las fábricas que se iban a construir en San
Fernando de Henares, siendo los consumos de éstas las leñas y aceite, y
planteando la plantación de olivos y vides, para surtir al pueblo y a la
fábrica. Además se realizó gran plantío de árboles frutales, vides, chopos,
álamos y otros, con el fin de suministrar leña y maderas.
En esa época los comestibles y la leña eran caros, y se
pretendió dotar a las tierras de cultivos necesarios para el
autoabastecimiento. El Administrador Ventura de Argumosa tenía una gran
preocupación por la carestía de víveres.
A finales de 1746 trabajan los jornaleros activamente en la
Vega, se traen álamos, chopos y árboles frutales de toda especie de diferentes
lugares, en las tierras de secano se plantan olivos y vides. Se introduce el
cultivo de productos específicos para la industria, como el lino y la gualda,
se comienzan a plantar moreras y un francés se hace cargo del cultivo del
cardón, utilizado para perchar los paños.
La vega se organiza desde un primer momento racionalmente,
disponiendo los árboles en calles y en plazas, contando el sitio en 1754 con
12.000 árboles frutales de todo género, ocho mil chopos y mil moreras, cuarenta
mil vides y 4.500 metros de olivo, además de diferentes sotos y alamedas en la
ribera del río Jarama. Ventura de
Argumosa tuvo que vender el ganado y los aperos de labranza, y a alquilar
tierras para conseguir dinero y seguir cultivando.